Un crimen desgarrador ha sacudido la capital colombiana. El asesinato de un bebé de apenas un año y nueve meses ha dejado en shock a la comunidad, especialmente en el barrio María Paz, ubicado en la localidad de Kennedy, donde se desarrolló esta tragedia.
La Policía de Bogotá ha revelado detalles perturbadores sobre el suceso y, aunque la investigación continúa, el perfil del agresor y las causas detrás de este homicidio están siendo analizadas.
El trágico suceso
Este 21 de enero de 2025, Bogotá amaneció con la noticia de un nuevo asesinato en el que una víctima indefensa, un niño pequeño, se convirtió en el blanco de la violencia.
El bebé perdió la vida a causa de los golpes de su padrastro, identificado como César Rodríguez, quien también agredió a su hermano mayor, de tres años, dejándolo herido.
Según las autoridades, el crimen ocurrió en la vivienda de la familia, mientras que la madre de los niños, Erica Monterrosa, no estaba en casa. La situación parece haber sido precipitada por el llanto constante de los menores, quienes se encontraban desconsolados por la ausencia de su madre, lo que desencadenó la furia del agresor.
La hipótesis de la Policía
En una entrevista con Blu Radio, el coronel Eduardo Cruz, comandante operativo de la Policía Metropolitana de Bogotá, explicó que la causa detrás de este brutal acto podría estar relacionada con la desesperación del padrastro. Según su versión, César Rodríguez no soportó el llanto de los pequeños, especialmente del bebé, lo que lo llevó a perder el control.
"Los niños lloraban por la falta de no tener a su mamá. Eso causó que hubiera una desesperación en esta persona y los golpeara para que no siguieran llorando", aseguró Cruz, quien agregó que la policía continúa realizando labores de vecindario para obtener más detalles sobre lo sucedido.
La búsqueda del agresor
Tras el crimen, César Rodríguez se dio a la fuga, y la Policía de Bogotá activó de inmediato un operativo para capturarlo. Aunque aún no se ha logrado su arresto, las autoridades han asegurado que están tras sus pasos y que no descansarán hasta dar con su paradero.
Mientras tanto, la comunidad sigue conmocionada por este hecho, que no solo resalta la violencia intrafamiliar, sino también la vulnerabilidad de los niños que, en muchas ocasiones, se convierten en víctimas de situaciones fuera de su control.
Este asesinato ocurre en un contexto de creciente preocupación por la seguridad en Bogotá, donde los índices de criminalidad han aumentado en las últimas semanas. A este hecho se suman otros incidentes violentos, como el caso de un taxista que amenazó y agredió a dos pasajeras, y el aumento de los robos, extorsiones y homicidios en la ciudad. La falta de control en algunos sectores ha generado una sensación de inseguridad y desesperanza entre los habitantes de la capital.