Las constantes denuncias de hurtos, homicidios y víctimas de la delincuencia en Bogotá ha afectado la percepción de seguridad de los habitantes en la ciudad, que pese al aislamiento y la pandemia, se sintieron más inseguros en la capital.
Así lo determinó la Cámara de Comercio de Bogotá que por primera vez aplicó la Encuesta de Percepción y Victimización para un año completo, y determinó que la sensación de inseguridad aumentó 16 puntos porcentuales al pasar de 60% en 2019 a 76% en 2020.
Esta sería la cifra más baja en la ciudad en los últimos 5 años. Según la encuesta, la misma sensación de seguridad se experimenta en los barrios, la cual pasó de 44% en 2019 a 41% en 2020, lo que habría marcado, igualmente, un retroceso de 5 años cuando se había presentado una tendencia al aumento.
Esa sensación está relacionada con el índice de victimización. Según la Encuesta, el número de personas que manifestó haber sido víctima de un hecho delictivo directamente aumentó levemente, de 15% en 2017 a 17% en 2020, en donde 132 de cada 1.000 ciudadanos habrían sido víctimas de hurto.
Según esta muestra, el celular fue el objeto más hurtado en la capital, con un 48% de los casos; seguido del dinero en efectivo con un 45% y la billetera en un 38%. Las modalidades delictivas más comunes de hurto son el atraco callejero (41%) y el raponazo (27%).
Las mujeres son quienes tienen peor percepción de inseguridad en Bogotá. Los resultados de la encuesta arrojaron que ocho de cada 10 mujeres consideran que la inseguridad ha aumentado, lo que refleja un incremento notable al pasar del 61% en 2019 al 81% en 2020. El 62% de las mujeres consideran que su barrio es inseguro, mientras que los hombres lo consideran en un 55%.
Además, uno de los delitos que más preocupó a los ciudadanos para el 2020 fue el feminicidio, con un 8,4% de las personas que calificaron estas acciones delictivas como la más preocupante, seguido por la violencia contra las mujeres (4,8%).
La encuesta arrojó que la denuncia aumentó del 44% al 48%, gracias a los canales virtuales y otras herramientas tecnológicas. Sin embargo, también se determinó una disminución en la calidad de la atención brindada por medio de la línea de emergencias 123, en la que el 41% señaló que había recibido una mala atención. Es la primera vez que el número de personas que califican mal al canal de denuncia telefónica supera la buena.
Es importante señalar que, por primera vez, las redes sociales son la principal fuente de información para formar opiniones personales sobre seguridad, la cual se ubica en el 29%, seguido del 26% de noticieros de televisión y del 16% la experiencia personal.
Los ciudadanos tampoco tienen confianza en la Policía Metropolitana. Según la encuesta, el 43% de las personas considera que la principal acción para mejorar la seguridad es acabar con la corrupción de esa institución. Además, solo 3 de cada 10 ciudadanos que interactuó con la Policía en el último año calificó bien el servicio.
El 24% de los ciudadanos conocen a qué cuadrante pertenecen, y de este porcentaje, el 67% afirma haber visto al Policía del Cuadrante, el 37% señala que conoce el número de celular del cuadrante, y el 31% ha interactuado con el policía. El 57% considera que recibió un saludo amable por parte de uniformados y un 53% calificó bien la amabilidad de los miembros de la institución.
Los espacios considerados más inseguros por los encuestados son el espacio público y el sistema de transporte público. Según los resultados, 4 de cada 10 ciudadanos fue testigo de un hecho delictivo y la percepción de inseguridad en la calle pasó de 35% a 45%.
El 79% de los bogotanos se sienten inseguros al acudir al transporte público de la ciudad, mientras que el 78% calificó como inseguro o muy inseguro en Transmilenio, esta última cifra se redujo en 3 puntos porcentuales con respecto a las mediciones anteriores.
El delito que más preocupa a los ciudadanos sigue siendo el hurto a personas (49%), seguido del homicidio que bajó dos puntos porcentuales ubicándose en 10%. Llama la atención el incremento del porcentaje de “otros delitos" del 19% al 30% reflejando la preocupación ciudadana frente al feminicidio, la violencia contra la mujer, violencia intrafamiliar y el vandalismo.
A la pregunta nueva de si se considera a Bogotá una ciudad segura para hacer negocios, el 52% afirma que sí y el 48% que no. La corrupción (39%) y la inestabilidad social asociada al vandalismo y las asonadas (24%) son las principales razones por las que los ciudadanos que respondieron que no justifican su respuesta.
La Cámara de Comercio de Bogotá, con base en los resultados de la encuesta, arrojó algunas recomendaciones para las autoridades distritales, para mejorar la seguridad y la percepción de este valor en la ciudad.
En ese sentido, propuso desarrollar acciones discriminadas por sexo, que permitan conocer resultados de la violencia contra la mujer. También propuso que las acciones se enfoquen en reducir delitos, pero que también se priorice un relacionamiento de las autoridades y el Estado con los ciudadanos.
“La actividad económica informal en Bogotá es del 42,2 % (Encuesta DANE octubre-diciembre 2020). Se deben identificar los puntos de alta concentración de la actividad informal y diseñar, de forma concertada, protocolos especiales de bioseguridad tanto para vendedores como para las personas que circulan por el espacio público, acompañados de medidas pedagógicas”, señaló la Cámara de Comercio.
En ese mismo sentido, la Cámara instó a las instituciones a mejorar la relación con el ciudadano para aumentar la confianza, así como implementar estrategias en la atención de la línea 123 para que se enfoque en la satisfacción del usuario.
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Finalmente, la Cámara insiste en que la calle, andenes y ciclorutas, deben ser los espacios en los que se enfoquen las acciones de presencia institucional. Así mismo, se deben complementar acciones de control del delito en Zonas de Atención Prioritaria y prevención en los entornos donde existe confianza.