
En Bogotá fueron capturados dos integrantes de la organización criminal Tren de Aragua, por la cual Estados Unidos ofrece una recompensa de hasta doce millones de dólares por sus tres principales líderes, alias Niño Guerrero, Johan Petrica y Giovanny.
En un trabajo conjunto entre el Ejército Nacional, por medio del Gaula Militar y la Fiscalía General de la Nación, se logró la captura de estos dos integrantes, gracias al operativo elaborado dentro de las acciones del Plan Ayacucho, que logró contrarrestar a los miembros del grupo que opera en varios países del continente.
Por medio de un comunicado realizado a través de la red social X, la Quinta División del Ejército Nacional indicó “serían los responsables de extorsiones y atentados con bombas incendiarias a comerciantes en las localidades de Kennedy y Bosa”, señalaron.
Las capturas fueron realizadas en el municipio de Soacha, Cundinamarca, y durante el allanamiento se decomisaron, de paso, dos armas largas, dos armas cortas, dos armas artesanales, dos bombas incendiarias, siete proveedores, 121 cartuchos de diferentes calibres, 120 cigarrillos de cannabis y cuatro celulares.
“Al parecer eran utilizados para amenazar y atentar contra sus víctimas, así como para el tráfico de estupefacientes por la ciudad”, indicó el general Morales.
Este procedimiento fue recalcado como un golpe a las finanzas del grupo de la estructura criminal que delinque en Bogotá y Cundinamarca, las cuales son las zonas donde más se ha habituado el grupo en el país.
Dentro de estas investigaciones que se adelantan en contra de grupos criminales que operan en Bogotá, por parte de la Policía Metropolitana de Bogotá, se presentaron cinco detenciones, las cuales fueron anunciadas por el propio alcalde de la ciudad, Carlos Fernando Galán el pasado 25 de octubre de 2024.
Estos golpes han escalado, porque le ha permitido al distrito y a la Policía desmantelar y dar pasos fuertes a las finanzas de estas bandas criminales y desarticularlos, no solo económicamente, sino en personal y elementos de ataque.
De acuerdo con el coronel William Lara, quien era el encargado de la Policía en ese entonces, los delincuentes “lanzaban artefactos explosivos improvisados en Kennedy con el fin de demostrar su poder delictivo, demarcar territorio criminal e intimidar ciudadanos”, señaló el oficial en su momento.
Por el momento, se siguen adelantando investigaciones y operativos que permitan dar con más integrantes de esta organización criminal, de la cual incluso el Gobierno estadounidense ofrece recompensa.