La Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol) emitió una alarma sobre la situación crítica que atraviesa el sector de la construcción en el país. Según la entidad, la reducción de subsidios y las nuevas medidas arancelarias implementadas por el Gobierno Nacional han debilitado significativamente la producción de Viviendas de Interés Social (VIS), afectando gravemente a los hogares de menores ingresos.
Guillermo Herrera, presidente de Camacol, destacó que la reducción en los subsidios del programa Mi Casa Ya para 2025 y las recientes medidas de salvaguardia están generando un entorno complicado para la construcción de vivienda popular y el empleo. “La principal preocupación es que la menor disponibilidad de subsidios lleve a un incremento en el número de hogares que se verán obligados a desistir de la compra de su vivienda. Esto tendrá un impacto directo en los ritmos de obra y en el empleo, en un contexto donde aún no se ha implementado el plan de reactivación del sector anunciado por el Gobierno”, señaló Herrera.
Los números son alarmantes. Se prevé que el presupuesto destinado a programas de vivienda se reduzca en un 39%, pasando de $4,3 billones en 2024 a $2,66 billones en 2025. El Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio, por su parte, ha indicado que solo se cuenta con recursos para 20.500 de los 50.000 subsidios de Mi Casa Ya previstos para el próximo año, y de estos, cerca de 6.000 ya están preasignados.
Herrera también advirtió que este recorte presupuestal podría provocar una caída en las ventas y un descenso en el ritmo de inicio de obras, estimando que se podrían iniciar menos de 55.000 VIS en 2025, una cifra que recuerda los niveles críticos de 2010 y 2011. Este escenario, además, podría traducirse en la pérdida de alrededor de 200.000 puestos de trabajo en el sector durante el próximo año.
“Es fundamental que el Gobierno defina cuál será su política de vivienda a futuro. Llevamos más de un año discutiendo planes de reactivación y es crucial saber cuál es el camino que se seguirá”, insistió Herrera en una entrevista en La FM de RCN Radio.
Aunque en agosto se registró un leve aumento en la comercialización de unidades, con 12.653 vendidas, lo que representa un incremento del 5,7% en comparación con el mismo mes de 2023, el panorama general sigue siendo preocupante. En lo que va del año, se han vendido aproximadamente 106.000 unidades, una disminución del 1,2% en comparación con el año anterior. Este total incluye 74.278 VIS (de las cuales 12.501 son Viviendas de Interés Prioritario) y 32.218 no VIS.
El sector, que había experimentado 25 meses consecutivos de caídas en las ventas, se enfrenta a un futuro incierto. “Este año no es mejor que 2023, que ya fue un mal año. Con las nuevas medidas, es probable que cerremos 2024 con una disminución en los niveles de comercialización de la vivienda”, concluyó Herrera.
