El retorno a la rutina tras las fiestas navideñas es uno de los desencadenantes de la ergofobia, que puede afrontarse aplicando algunas estrategias de autoayuda.
Después de las fiestas, con sus días no laborables y vacacionales, la vuelta a la rutina no es fácil para la mayoría de las personas, pero algunas sienten un miedo desproporcionado e intenso al pensar en volver al trabajo. Es la denominada ergofobia.
Algunas personas están a gusto con su trabajo, disfrutan de algunas de sus facetas en particular o asumen los contratiempos que les genera como un reto y un aprendizaje. Para otras, trabajar solo es un medio de vida con unas tareas y horarios que tienen que cumplir a cambio de recibir unos honorarios.
Otras, dependiendo de cómo van la cosas, lo que les espera ese día o su estado de ánimo, oscilan a lo largo de la jornada o de la semana, entre la satisfacción y un malestar difuso; entre la indiferencia y el aburrimiento; entre la apatía y el entusiasmo.
Pero algunos individuos sienten algo distinto al afrontar su actividad laboral: un temor desproporcionado, persistente e irracional al trabajo o a algunos de sus aspectos en particular, y que podría definirse más específicamente, como un “miedo irrefrenable a acudir a su lugar o puesto de trabajo habitual”.
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¿Cuándo y cómo aparece la ergofobia o miedo al trabajo?
La ergofobia (palabra que procede de los términos griegos ‘ergon’, que significa trabajo, y ‘phobos’, que significa miedo o terror), puede manifestarse antes, durante o después de la jornada laboral, según el Instituto Psicológico Claritas (IPC).
El malestar que experimenta la persona con ergofobia puede ser tan intenso que le impide realizar sus tareas laborales de manera natural y adecuada, e incluso obstaculizar o dificultar el desempeño de quienes buscan empleo y afrontan pruebas de selección de personal, según el IPC.
Algunas personas pueden experimentar ergofobia, al reincorporarse al trabajo, después de las vacaciones estivales o de invierno, o lapsos vacacionales más breves, como las Fiestas navideñas o la Semana Santa.
Causas del malestar:
“El miedo irracional al trabajo puede tener causas profundas que varían de una persona a otra, y entre las que se pueden incluir las experiencias traumáticas o negativas relacionadas con el trabajo, como un despido inesperado o un ambiente laboral tóxico o estresante”, señala experta en el tema.
“También puede estar relacionado con problemas de autoestima o ansiedad social, por los cuales la persona teme ser juzgada, evaluada negativamente o rechazada por sus colegas o superiores”, añade.
Otras posibles causas de la ergofobia pueden ser la falta de un interés genuino de la persona en la ocupación que desempeña, una sensación de falta de control sobre el trabajo que realiza, o la percepción de no ser capaz de cumplir adecuadamente las funciones que se le han asignado, según Pilar Guerra.
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Recomendaciones para combatir la ergofobia:
De este modo, la psicóloga describe algunas estrategias básicas de autoayuda para enfrentar la ergofobia:
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Desactive su perfeccionismo:
La autoexigencia conduce a la utopía del perfeccionismo, pero la tendencia exagerada a querer hacer las cosas “con matrícula de honor” conduce a lo contrario: a tener conductas torpes, al obsesionarse, con hacerlo todo a la perfección, advierte Pilar Guerra.
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Establezca metas pequeñas y alcanzables
“Divide las tareas laborales en pasos más pequeños y manejables. Esto te permitirá lograr un sentido de logro gradual, lo que puede aumentar tu confianza en tu capacidad para enfrentar tus responsabilidades laborales”, recomienda la psicóloga.
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Busque ayuda profesional
“Reconocer el problema y buscar ayuda son los primeros pasos para solucionarlo. Con las estrategias y el apoyo profesional adecuados, se puede superar la ergofobia y tener una vida laboral plena y satisfactoria”, valora esta especialista.
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Distinga la exigencia’ de ‘excelencia’
“La autoexigencia nos lleva a la pretensión angustiante de la perfección. Aspirar a la excelencia nos lleva a la responsabilidad de intentar hacer las cosas de modo sobresaliente dentro de lo posible, considerando los errores como un aprendizaje”, concluye.
Créditos: Agencia EFE.