La ansiedad sexual puede llegar a presentarse de manera concurrente o de muy rara vez, sin embargo puede ser tratada bajo la mano de un especialista en el tema.
Esto ocurre por los pensamientos negativos y tensionantes que aparecen minutos antes de iniciar la práctica sexual, ya que la persona empieza automáticamente a sentirse insegura, ya sea por problemas físicos o por pensar en qué tan malo será su rendimiento.
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Las personas que padecen de ansiedad sexual buscan principalmente salir del paso, es decir, acabar lo más pronto posible con el coito, por lo que hace que el acto sexual no se disfrute, tanto para él/ella como para con quien lo está compartiendo.
Esto hace que la concentración sea mínima y la persona se limite a solo practicar la penetración y no se vuelva tan activa, así que deja el jugueteo y demás formas de llegar a la excitación a un lado porque experimentar cosas nuevas le causaría pavor.
También se vuelven exigentes consigo mismos para satisfacer las necesidades de su pareja, lo que hace que se vuelva bastante rígido y al sentir que no cumplió con las expectativas se frustra y se empieza a subestimar más de lo común.
Estudios rectifican que los hombres son más propensos a sufrir de esto, no obstante, las mujeres en los último tiempos han elevado sus cifras ante la ansiedad sexual.
Algunos síntomas para detectarlo pueden llegar a ser: La taquicardia, problemas de respiración, dolores en el abdomen, cosquilleo en el cuerpo, sequedad y mareos constantes.
Para tratar la ansiedad sexual, se recomienda acudir a un profesional y hacer un cambio de hábitos en los demás aspectos, ya que esto no solo se ve evidenciado en la intimidad, sino en temas laborales o sociales. Además, la meditación y psicoterapia son un plus que ayudarían a tratarlo para obtener una buena rutina.
Por su parte, se sugiere trabajar en el crecimiento personal, ya que la confianza se ve afectada de manera abrupta.
Hay que tener en cuenta que, aunque, normalmente se presente justo en medio de la intimidad, los síntomas pueden ocurrir momentos antes de la actividad o luego de esta.