La Organización Mundial de la Salud proclamó que cada 14 de junio se celebrará el Día Mundial del Donante de Sangre, y para este año, el lema es "Date a los demás. Dona sangre. Comparte vida", con el fin de agradecer a los donantes voluntarios no remunerados y concienciar de la necesidad de hacer donaciones regulares para garantizar la calidad, seguridad y disponibilidad del líquido.
Según la entidad, las transfusiones de sangre y sus productos ayudan a salvar millones de vidas al año. "Contribuyen a que pacientes con enfermedades potencialmente mortales vivan más tiempo con mejor calidad de vida, y posibilitan la realización de intervenciones médicas y quirúrgicas complejas".
El donante de sangre ayuda a la función vital en la atención maternoinfantil, el embarazo y las respuestas de emergencia a los desastres naturales o causados por el hombre.Gracias a esos servicios que se prestan con la sangre donada, los pacientes pueden acceder a ella de manera segura y en cantidades suficientes. Sin embargo, esto solo se puede dar mediante un suministro eficiente y con donaciones regulares. [single-related post_id="888775"] En Colombia la situación, aunque no es crítica, si tiene problemas. El donante de sangre en el país es escaso, pues cerca de 820.000 personas donaron el líquido durante 2017. De ellos, según cifras del Instituto Nacional de Salud -INS-, el 52,6% fueron hombres mientras que el 47,4% eran mujeres. Los departamentos con más donantes fueron Bogotá, como distrito capital, con 47 donantes por cada 10.000 habitantes, seguido por Tolima con 46 y Santander con 41. De esos, el 77,9% de los donantes lo hicieron por primera vez, lo que genera un parte de tranquilidad en la sociedad, aunque aún se necesita abastecer con más sangre los 81 bancos de sangre que actualmente existen en el país. Cada año se hace la celebración debido a que un 14 de junio nació el médico Karl Landsteiner, premio Nobel de Medicina en 1930, por descubrir y tipificar los grupos sanguíneos y su compatibilidad para llevar a cabo transfusiones. Él fue quien clasificó los grupos sanguíneos en cuatro: A, B, O y AB. Gracias a eso, se sabe la compatibilidad de donación sanguínea, lo que ha permitido salvar muchas vidas.