En la noche del domingo 17 de diciembre, en el municipio de Pipiral, ubicado en el departamento del Meta, un peaje sufrió un atentado a mano de una granada de fragmentación.
Este peaje se encuentra ubicado en la vía que conecta a Bogotá con el departamento del Meta, por lo que, tras el incidente, la carretera que conecta estos dos lugares se vio obligada a cerrar hasta que se determinara que era seguro volver a transitarla.
Según los reportes de las autoridades, el artefacto explosivo se activó alrededor de la una de la mañana y no se registró ninguna persona herida. La movilidad por la carretera volvió a la normalidad alrededor de las cuatro de la mañana.
Por otro lado, según el Ejército Nacional, el peaje no sufrió ningún daño a sus instalaciones, por lo que la movilidad se pudo retomar rápidamente. No obstante, las autoridades siguen investigando los hechos.
Coviandina, la concesión que se encarga de manejar esta carretera, se pronunció sobre los hechos: “Finalizadas las labores de inspección en el peaje Pipiral y verificar las condiciones de seguridad, se realiza la apertura al tránsito en los diferentes puntos de control”.
Junto a este atentado, también se presentó un incidente en otro peaje del sector que conecta a Villavicencio con el municipio de Acacías. Este peaje se llama Ocoa y tampoco sufrió ningún daño.
Estos dos incidentes se suman a una lista de incidentes donde también se encuentra el atentado al peaje Boquerón, en el que dos personas resultaron heridas después de que dos personas lanzaran, desde un bosque, artefactos explosivos a las instalaciones del peaje.
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Por parte del gobierno departamental, Nicolás García, gobernados de Cundinamarca, aseguró que se ofrecería una suma de 50 millones de pesos, en modo de recompensa, para cualquier persona que ayude a identificar a los culpables de este hecho.
Cabe resaltar que se pone a disposición esta suma de dinero debido a que esta vía, que constantemente presenta inconvenientes, es una de las más importantes del país y diariamente moviliza valiosa carga entre Villavicencio y los llanos orientales con el resto del país.
En entrevista con Caracol Radio, García especifico que los tres artefactos explosivos fueron lanzados a diferentes zonas del establecimiento, pues uno fue lanzado al parqueadero, otro a la zona administrativa y, el último, a la caseta dónde se recolecta el efectivo de las operaciones.
