Un acto de violencia estremeció a la comunidad de Aguachica, Cesar. En un tranquilo almuerzo familiar, luego del culto dominical, tres miembros de la familia Lora Rincón fueron asesinados de manera brutal. Este crimen no solo ha dejado una profunda tristeza en el corazón de la región, sino que también ha encendido una serie de cuestionamientos sobre la seguridad en el país y el accionar del gobierno frente a la violencia que afecta a muchas comunidades.
Marlon y Yurlay, padres de la familia Lora Rincón, eran conocidos no solo por su amor y devoción a la religión, sino también por su compromiso con la comunidad. Él, un pastor dedicado, y ella, exdocente, formaban una pareja que había influido positivamente en la vida de muchos en Aguachica. Junto a ellos vivían sus hijos.
Este núcleo familiar, querido por su comunidad, sufrió un golpe mortal, cuando un ataque armado perpetrado por dos hombres en motocicleta puso fin a sus vidas mientras disfrutaban de un almuerzo. Santiago, el hijo sobreviviente, se encuentra luchando por su vida en un hospital local.
Nilson Hernández, personero de Aguachica y familiar cercano de los Lora Rincón, expresó el dolor y la tristeza que embarga a su familia tras la tragedia. “Dios decidió llevárselos, pero lo que pedimos ahora es justicia y claridad en este caso tan doloroso”, comentó en una entrevista con la revista Semana.
Según Hernández, la familia era reconocida en el municipio por su unidad y profunda fe religiosa, lo que hace este asesinato aún más impactante.
¿Sabían de amenazas previas?
La pregunta que muchos se hacen es si la familia Lora Rincón había recibido amenazas previas al ataque. En los días anteriores al asesinato, Ángela Lora había recibido varias llamadas misteriosas que la dejaron intranquila. No obstante, según Nilson Hernández, él había restado importancia a esos incidentes, creyendo que se trataba de molestias menores relacionadas con información personal.
“Le dije que probablemente eran molestias menores debido a que ella había suministrado información para sacar su Cámara de Comercio”, expresó Hernández. Sin embargo, a pesar de la inquietud, no se habían reportado amenazas directas que pudieran haber anticipado lo que sucedería en esa trágica tarde.
Nilson Hernández hizo un llamado claro y directo al presidente Gustavo Petro, pidiendo mayor atención y protección para los líderes comunitarios y las familias que, como los Lora Rincón, se ven amenazadas por el crimen organizado. “Hoy fueron mis familiares, pero mañana pueden ser otros. Espero que el gobierno tome medidas para protegernos a todos”, agregó Hernández, visibilizando la necesidad urgente de mejorar las condiciones de seguridad en las regiones más vulnerables.
Este crimen, además de consternar a Aguachica, ha generado preguntas sobre la eficacia de la Policía en la prevención de este tipo de delitos. De hecho, el ataque ocurrió a solo una cuadra de la estación de policía local, lo que aumenta la incredulidad y la indignación en la comunidad.
Masacre en Aguachica: ¿un ataque dirigido?
Aunque las autoridades han identificado a los presuntos responsables del ataque, aún no se tiene claridad sobre si la familia Lora Rincón fue realmente el objetivo de este acto de violencia. El hecho de que los sicarios se desplazaran en motocicleta y atacaran sin previo aviso ha hecho que algunos cuestionen si había una intención específica detrás del crimen o si se trató de una tragedia aleatoria.
El caso sigue siendo investigado por la Policía Nacional, que ha ofrecido una recompensa de 50 millones de pesos a quien brinde información que ayude a capturar a los responsables. En paralelo, la comunidad espera respuestas claras sobre los motivos detrás de este atroz asesinato.