La reciente masacre en Aguachica, en el departamento del Cesar, ha conmovido a Colombia. El brutal asesinato de los pastores Marlon Yamith Lora, Yurlay Rincón y sus hijos Natalia y Santiago el pasado 29 de diciembre de 2024, ha dejado a la comunidad en estado de shock.
Sin embargo, el caso no solo se limita al dolor por las muertes, sino que también ha abierto un debate sobre las amenazas que recibieron algunos familiares de las víctimas, incluyendo al personero de Aguachica, Nelson Hernández.
El personero del municipio, Nelson Hernández, en una entrevista para Noticias Caracol En Vivo, reveló que él mismo ha sido víctima de amenazas desde que asumió su cargo el 1 de marzo de 2024. En sus declaraciones, expresó que ha recibido hasta cinco amenazas de personas indeterminadas, las cuales han puesto en evidencia la situación de riesgo que enfrenta tanto él como su familia.
Además, Hernández comentó que su prima Ángela Natalia Lora, quien fue asesinada en la masacre, también había denunciado haber recibido amenazas previas a su muerte.
Según su relato, Ángela Lora recibió llamadas extrañas de un número desconocido, supuestamente proveniente de una cárcel del país. Aunque inicialmente trató de calmarla, más tarde le sugirió que se acercara al Gaula de la Policía o a la Sijín para hacerle el seguimiento correspondiente, pero no se sabe si ella lo hizo.
El personero Hernández también ha sido claro al señalar que, a pesar de que la Unidad Nacional de Protección (UNP) realizó un análisis de riesgo para evaluar su situación desde finales de julio de 2024, aún no ha recibido ninguna respuesta efectiva. Esta falta de respuesta por parte de las autoridades ha generado una creciente preocupación entre los habitantes de Aguachica.
¿Están relacionadas las amenazas con la masacre?
Aunque Nelson Hernández no ha podido confirmar si las amenazas que él y su prima recibieron están directamente vinculadas con la masacre de la familia Lora Rincón, el hecho de que ambos hayan sido blanco de intimidaciones en un contexto de violencia creciente en la región no puede pasarse por alto.
Hernández ha señalado que los asedios que ha recibido podrían estar relacionados con su rol como personero en un municipio marcado por altos niveles de violencia.
Las autoridades locales han informado sobre la presencia de grupos armados ilegales en la zona, lo que ha generado un clima de inseguridad y temor entre los ciudadanos. A pesar de ello, las fuerzas de seguridad y la UNP no han podido garantizar la protección de quienes se encuentran en riesgo, a pesar de los múltiples informes sobre las amenazas recibidas.
Ante la falta de respuesta de la UNP y la creciente preocupación por su seguridad, Nelson Hernández hizo un fuerte llamado al Gobierno Nacional. En sus declaraciones, fue enfático al decir: “Hago responsable a la Unidad Nacional de Protección y al Gobierno Nacional si algo me sucede a mí o algún integrante de mi familia”.
Hernández destacó que la situación de orden público en Aguachica es alarmante, y que los recientes hechos de violencia, como la masacre, son solo un reflejo de una problemática mayor en la región.
El personero también enfatizó que, además de la falta de respuesta en cuanto a su protección, Aguachica vive una constante sensación de miedo entre sus habitantes.
Según él, el caos que actualmente impera en las calles de la ciudad ha alterado gravemente la vida cotidiana, lo que ha dificultado que los ciudadanos transiten por la zona sin temor.