Ocho meses después de que el Centro ruso de Epidemiología y Microbiología Nikolái Gamaleya registrara la Vacuna Sputnik V (la primera contra el Covid-19 en el mundo), el medicamento se ha convertido en uno de los de mayor demanda en Latinoamérica, aunque en un principio su aplicación fue cuestionada en varios países de la región.
Pero no la confianza no se ha ganado sola, pues el más reciente estudio realizado en 3,8 millones de rusos inmunizados con los dos componentes del medicamento y publicado hace pocos días, demostró que tiene una eficacia del 97,6 %.
Además, el Instituto Gamaleya ve posible aumentar hasta 3 meses el intervalo de aplicación de la vacuna rusa, lo cual es una gran noticia teniendo en cuenta la altísima demanda y el retraso en la inoculación que se está presentando en algunos países a falta de dosis.
"En lo referente a la vacuna Sputnik V, desarrollada en nuestro Centro Gamaleya, consideramos posible aumentar el intervalo mínimo entre la aplicación del primer y el segundo componente de la vacuna de los 21 días previamente aprobados hasta tres meses", dijo el director Alexandr Guintsburg, citado por el Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF), que comercializa el fármaco.
El aumento del intervalo, indicó, "no influirá en la intensidad de la respuesta inmune inducida por la vacuna, y en algunos casos la aumentará y prolongará".
Por otro lado, este 25 de abril la empresa farmacéutica argentina Laboratorios Richmond se convierte en la primera organización suramericana en fabricar la vacuna rusa Sputnik V (en Argentina).Otra buena para los retardados procesos de vacunación en América Latina.
"Para Laboratorios Richmond esto representa un hito y un desafío industrial, científico y sanitario de grandes proporciones, pero fieles a nuestros valores empresariales, lo asumiremos con responsabilidad y excelencia. Este es el inicio de un camino lleno de esperanza en medio de una difícil situación mundial a causa de la pandemia", explicó Miguel Ángel Matamoros, gerente general de la compañía en Colombia.
Hasta Bolivia quiere seguir los pasos de Argentina y producir la vacuna Sputnik V, tal y como lo manifestó el ministro de Salud de ese país, Jeyson Auza.
Sin embargo, en Colombia el panorama es un poco distinto, pues Noticias Uno aseguró que la empresa Scalpi tiene a su disposición 5.5 millones de vacunas Sputnik V para el país, pero dicen que han encontrado una negativa del Invima a autorizar su uso, lo cual no les ha permitido ponerlas en circulación, pese a que los representantes de la embajada de Rusia adjuntaron toda la documentación requerida hace varios meses.
De este modo, son al menos nueve los países que han aprobado el uso del medicamento ruso.
Los mitos más recordados sobre la vacuna, contados por uno de sus creadores
En una de las más recientes entrevistas que brindó a la agencia Sputnik el director del Centro ruso de Epidemiología y Microbiología Nikolái Gamaleya del Ministerio de Salud de Rusia, Alexandr Guíntsburg, respondió a las preguntas más acuciantes sobre la vacuna rusa Sputnik V.
A la pregunta de cuáles son los mitos más sonados sobre el medicamento, Guíntsburg respondió entre risas que recuerda mucho la falsa noticia sobre que, supuestamente, hackers rusos habrían robado el plan de creación de la vacuna de AstraZeneca. De hecho, aseguró que dicha información terminó dando paso a un trabajo en conjunto entre ambos laboratorios.
"Nos entretuvieron las informaciones de que unos hackers rusos del Instituto Gamaleya robaron el plan de creación de la vacuna de AstraZeneca. Y luego de que los resultados de pruebas de AstraZeneca mostraran que tiene una eficacia del 60% o el 70%, Kiril Dmítriev (el director general del Fondo Ruso de Inversión Directa) declaró en broma en su Twitter que si nos acusan de haberlo robado, deberíamos 'pagar la deuda' y estamos dispuestos a ofrecerles el segundo componente de nuestra vacuna para aumentar su eficacia. Para sorpresa de todos ellos aceptaron la oferta, por lo cual se les debe dar mérito", aseveró.