Ya han pasado varios días desde que una mujer se hizo viral por sus denuncias sobre la Torre Bacatá, en Bogotá, donde reside con numerosos problemas de infraestructura poco comunes en un edificio donde el arriendo más bajo supera los 2.5 millones de pesos. Ahora, se saben muchos más detalles de la pesadilla que ella y los demás habitantes del famoso rascacielos tienen que vivir en su día a día.
Solo para recordar, la denuncia de la tuitera Diana Gómez pedía expresamente que nadie se fuera a vivir a la Torre Bacatá por numerosos problemas como: la falta de luz y otros servicios públicos, gente robándose la energía de otros apartamentos, así como la ausencia de algunas zonas comunes prometidas como gimnasio, lavandería y salones comunales. No obstante, quizá una de las noticias más sorprendentes es que los ascensores de la edificación fallan de forma constante.
“Si algún día tienen la oportunidad de irse a vivir al edificio BD Bacatá en Bogotá, piérdanla, huyan, no se dejen estafar (...) Hay 4 ascensores, de los cuales a veces sirven 2, se dañan cada dos días y para rematar se descuelgan, me ha pasado tantas veces que ya sé en qué piso paran”, aseveró la mujer.
Ahora, por cuenta de varios datos nuevos y entrevistas de la denunciante, se han logrado saber nuevos detalles bastante preocupantes de la Torre Bacatá, que en su momento fue uno de los rascacielos promesa en la capital colombiana, y ahora, tras dos incumplimientos de su entrega oficial en 2017 y 2020, se ha vuelto una auténtico viacrucis para inversores y habitantes que esperan desde 2011 para ver construido todo lo prometido.
Tras el boom de su denuncia, Diana Gómez relató que los bajones constantes de luz (que ha documentado juiciosamente en varias ocasiones) le han dañado costosas pertenencias electrónicas como su computador iMac (que utiliza en su trabajo como diseñadora gráfica) o la fuente de sus gatos, sin mencionar que otros aparatos como la estufa o el calentador se enloquecen a cada rato por la electricidad irregular.
Además, registró fotográficamente cómo en varias partes del edificio están apareciendo profundas grietas que vienen acompañadas de fuertes sonidos, situación que le hace pensar que el edificio está en riesgo de colapso.
No obstante, las denuncias más graves que ha hecho la mujer tienen que ver con los ascensores, mostrando cómo han llegado a inundarse sin razón alguna y en ocasiones los habitantes se han visto obligados a subir y bajar escaleras desde pisos bastante altos. Es decir, que bien sea para un domicilio o una emergencia, una persona tendría que andar por más de 50 pisos (dependiendo de qué tan alto viva).
“¿Adivinen qué edificio no tiene ascensores funcionando hace una hora? Y la gente está subiendo y bajando escaleras. Mi pregunta es ¿Si a alguien le da un infarto o pasa algo esta noche urgente qué?”, señaló la mujer el pasado 6 de diciembre, adjuntando un video en el que se le observa bajar escaleras junto a su perrita.
No obstante, eso está lejos de ser lo más grave. Según Red + Noticias, quien estuvo visitando a Gómez, el ascensor que no está fuera de servicio y que utilizan los habitantes de la Torre Bacatá, no cuenta con acreditación del Organismo Nacional de Acreditación (ONAC). Algo que podría tener importantes consecuencias en caso de un accidente, más si se tiene en cuenta que hay denuncias relacionadas con el supuesto descolgamiento de los mismos.
La pesadilla de los habitantes de la Torre Bacatá
Diana Gómez, más allá de las redes sociales, hace parte del grupo de habitantes de la Torre Bacatá que llevan semanas e incluso meses denunciando fallas importantes en los servicios e infraestructura del edificio, en el que de hecho es bastante costoso vivir.
“En este edificio nunca hay agua, nunca hay luz ni ascensores”, fueron los carteles que la diseñadora pegó en varias partes del rascacielos, frente a lo que señala haber recibido como respuesta de la administración que no se puede hablar de una fecha de solución porque el edificio “está en obra”.
Sin embargo, su denuncia ha servido para que cientos de personas empiecen a hablar de lo grave de esta situación, que de hecho es la extensión del difícil momento que han atravesado por años los inversores de la Torre Bacatá, que en 2011 creyeron en uno de los proyectos más innovadores de la capital y hoy, 12 años después, ven cómo su dinero se encuentra enterrado en un edificio con bonita fachada que por dentro está completamente abandonado.
Cabe aclarar que, efectivamente, el BD Bacatá sigue en fase de acabados en 2022. Una demora que ha convertido en una pesadilla la vida de las personas que invirtieron millones de pesos con el sueño de participar en la construcción del rascacielos más grande de Bogotá y hoy no ven ni rastro de ello. Incluso ahora, sin estar acabada, la BD Bacatá podría ser superada en altura en los próximos años.
Aunque hoy por hoy la torre sigue siendo la más alta de Bogotá, superando a la Colpatria, se planea que sea dejada atrás por el edificio Atrio cuando se construya su segunda torre. Pasando de esa forma a ser la segunda torre más alta de Colombia y la séptima más alta de Sudamérica. Sin embargo, lo cierto es que está lejos de ser el hito arquitectónico alguna vez prometido.
De hecho, tanto en redes sociales como fuera de ellas cerca 5.500 inversores se han reunido para evaluar la posibilidad de instaurar una demanda colectiva en contra del proyecto del BD Bacatá, por lo que consideran una estafa de enorme proporciones y para lo cual ya contarían con el apoyo de algunas firmas de abogados. Sin embargo, es probable que a esta historia de 12 años aún le quede mucho tiempo para resolverse; solo restando esperar que en ese tiempo no vaya a estallar lo que muchos han calificado como una bomba de tiempo.