Rodolfo Hernández se encuentra en el centro de la polémica, esta vez por cuenta de un video en el que habla sobre cómo serían los horarios de los funcionarios públicos durante su gobierno, que según su propuesta tendrían jornadas de 10 horas laborales y apenas media hora de almuerzo. Idea que por supuesto ha generado una gran lluvia de reacciones desde varios sectores.
La declaración del candidato presidencial surgió en medio de una transmisión por Facebook Live que realizó junto a su fórmula vicepresidencial, Marelen Castillo. En dicho espacio, Hernández explicó la forma en la que optimizaría el trabajo gubernamental de ganar la presidencia y criticó el tiempo que se gasta en actividades como tomar tinto o “hablar paja”.
“Desde las 6 de la mañana es trabajando, no es llegar a tomar tinto y a hablar paja, hablar por celular, irse para el baño. No, trabajando a las 6 de la mañana hasta las 4 o 5 de la tarde. Que no coincida con las horas pico en ninguna ciudad para no incrementar el trancón que hay en todas partes y media hora de almuerzo, porque más de media hora pues ya tocaría que comiera todos los días bocachico lleno de espinas para que gastara más tiempo”, aseguró el ingeniero.
Además, hizo la precisión de que aplicando estos cambios en el trabajo del Estado se convertirían los cuatro años de administración en cinco y medio a seis. Aún así, sus palabras terminaron siendo criticadas por varios sectores que lo acusaron de querer extender la jornada laboral en el país. Uno de estos mensajes le llegó precisamente por parte de su contradictor Gustavo Petro.
Por su parte, el ingeniero Rodolfo Hernández respondió a dicha crítica, asegurando que lo que habían hecho sus opositores era recortar un pedazo de su intervención, quitándole el contexto necesario para entender el verdadero sentido que, según él, era precisamente el cómo optimizar el trabajo estatal.
Por esa razón, a través de su Twitter el aspirante de la Liga Anticorrupción aseguró que este era otro intento de “los medios y los petristas” para hacerlo quedar mal y cuestionó: “¿Por qué les cuesta tanto hablar con la verdad?”, publicando el resto de su intervención.
No obstante, en el nuevo fragmento no se evidencia una diferencia importante más allá de añadir algunas críticas a la burocracia estatal y a algunos políticos del Pacto Histórico como Roy Barreras, Armando Benedetti y Piedad Córdoba. Es decir, que la propuesta de las 10 horas sigue en el aire.
“Van a ver desde el primer momento la transformación, el impacto que va a recibir toda esta burocracia que no quiere cambiar. No se quieren ir”, señaló el ingeniero.
Cabe recordar que en repetidas ocasiones el ingeniero ha manifestado que su rutina diaria se centra en levantarse a las 4 de la mañana y dormirse sin falta a las 7 de la noche y aunque es posible que de esto parta su idea de que todos deberían hacer lo mismo, no se pueden desconocer las realidades personales y familiares de los trabajadores gubernamentales. El ocio y el descanso también son un derecho.
Además, también es importante precisar que el trabajo presidencial muchas veces excede el horario laboral, al punto de incluso convertirse en un tema de 24 horas al día. Así las cosas, es posible que tanto al presidente como a muchos funcionarios ya de por sí les toque afectar su tiempo personal en el ejercicio de su trabajo ¿Estará dispuesto entonces el ingeniero a cambiar la rutina de toda su vida?
¿Qué plantea Rodolfo Hernández contra la burocracia?
Más allá de ver el video cortado o completo, el tema no deja de ser curioso ya que las palabras iniciales fueron bastante claras y fue el mismo ingeniero el que dijo que el horario de funcionarios públicos debería de ser de 6 a 4 o de 7 a 5 de la tarde, con apenas media hora de almuerzo. Eso, en síntesis, dejaría a dichos empleados con jornadas de 9 horas y media de trabajo como tal, sin posibilidad de “tomar un tinto” (que es parte esencial de lo que se conoce en salud laboral como pausas activas).
No obstante, por otro lado, sí abre la puerta para preguntarse qué es lo que propone Rodolfo Hernández para combatir esa burocracia que tanto crítica. Pues bien, en su programa de gobierno existe todo un apartado que se llama “La urgente modernización del Estado: una reforma burocrática profunda”.
En este texto, el ingeniero hace énfasis en que será responsabilidad del Departamento de Planeación Nacional mejorar el sector público desde cuatro diferentes enfoques: la eficiencia regulatoria e institucional, la mejora regulatoria, la innovación pública y un componente de medición y evidencia.
En ese sentido, propone “desarrollar una reforma burocrática profunda, a partir de un análisis de efectividad en la gestión de cada entidad o agencia estatal” y acabar “con tanta burocracia y cargos que no sirven”. La idea de su proyecto es ahorrar lo más posible y trasladar todo ese gasto al sector social.
Otras apuestas son el aumentar la gestión del Estado con respecto a la planeación del servicio público, la evaluación de resultados, aumentar la transparencia, el control de la gestión, obligar a entidades territoriales a tener una jefatura de planeación, así como modernizar la institucionalidad y la flexibilidad de las instituciones. Muchas de estas medidas, agrega, se podrían lograr haciendo cumplir la normatividad existente; aunque resalta que por ningún lado se pueda ver su propuesta sobre la jornada laboral.
