Un debate de grandes proporciones se ha generado luego de que el secuestro y asesinato de la hija adoptiva de Rodolfo Hernández por parte de la guerrilla del ELN volviera a ser tema de conversación pública. Todo esto, luego de que el propio ingeniero volviera a contar en una entrevista este episodio de su vida y algunas personas relacionadas con el Pacto Histórico, entre ellas el propio Gustavo Petro y María Antonia Pardo, le reprocharan su decisión de no pagar por el rescate de su hija.
El momento fue revivido en medio de una conversación con la periodista Camila Zuluaga, de Blu Radio, en la que Hernández contó que después del secuestro de su padre por parte de las Farc, llegó el de su hija en 2004 por parte del ELN y en ese caso no pagó el dinero solicitado para el rescate.
“No la di porque yo sentía que después cogían a Socorro y después cogían al otro. Hicimos una reunión de familia y dijimos ‘bueno, ¿qué hacemos?’. Mi mamá me dijo ‘no pague y miramos a ver qué pasa’ y la mataron. Si hubiéramos pagado cogen a Socorro, mi esposa, y ahí seguimos toda la vida. Alguien tiene que parar el macho”, contó Rodolfo Hernández.
Sin embargo, el momento no pasó desapercibido para los contrincantes del candidato, entre ellos Gustavo Petro, que compartió un trino de Amaranta Hank en el que se calificaba como “inhumano” a Hernández por pagar el secuestro de su padre y no de su hija.
Sin embargo, haciendo honor a su personalidad, el candidato de la Liga Anticorrupción no se quedó callado y respondió al mensaje a través de un trino en el que le deseó a Gustavo Petro no tener nunca que tomar una decisión como esas.
“Espero que nunca le toque tomar una decisión como la que yo tuve que tomar, Gustavo Petro”, fue el trino de Hernández, que ya hizo a su vez que varios activistas del petrismo redujeran su arremetida por ese lado para evitar el crecimiento del candidato contrario. Esto, pues cabe cabe recordar que un tema muy similar con la entrevista en la que le mostraron una foto de su hija, fue uno de los factores que volvieron tendencia al ingeniero antes de la primera vuelta.
Sin embargo, las críticas en este caso recayeron especialmente sobre Amaranta Hank, quien se mostró sorprendida por las acusaciones de estar “revictimizando” a un hombre que, según ella, ya victimiza a otros sectores de la población: “¿En serio me están diciendo que estoy revictimizando a un hombre que afirma que las trabajadoras sexuales somos escoria?¿Dónde está la revictimización de un hombre que planea que le muestren la foto de su hija en una entrevista para tener la oportunidad de llorar?”, cuestionó.
Por otro lado, Maria Antonia Pardo, ex jefe de comunicaciones de Gustavo Petro, lidiaba su propia pelea en Twitter por un trino en el que aseguró que se le había erizado la piel tras escuchar la entrevista de Hernández. “¿Usó la hija adoptiva para parar el macho?”, preguntó.
Cabe mencionar que sus palabras no cayeron para nada bien en varias personas, sobre todo entre contradictores del petrismo, que la acusaron de instrumentalizar políticamente este episodio de la vida de Rodolfo Hernández.
Así las cosas, de nuevo, una problemática tan dolorosa y tan frecuente en un país en guerra como Colombia, termina en el vaivén de la política y de esta campaña presidencial en la que los ataques personales y enfrentamientos han sido pan de cada día. Un filo de dos caras que ha afectado prácticamente a todos los aspirantes a la presidencia (de antes y actuales) y que no distingue de ideologías.
Ambos candidatos, desde sus propias orillas, han usado duras estrategias comunicativas para intentar desdibujar la imagen de sus contrincantes. Irónicamente, tanto el uno como el otro lo hacen desde las banderas del cambio y la unión, no siendo muy claro cómo es que el odio actuará como pegante social de sus proyectos políticos.
