Siguen los choques entre el gobierno anterior de Iván Duque y el entrante de Gustavo Petro, esta vez por presuntos sobrecostos en la reconstrucción de Providencia, un proceso que inició tras el paso del huracán Iota en 2020 que arrasó parte de la zona habitada de la isla. Una bandera social del anterior gobierno que ahora se encuentra bajo señalamientos del nuevo presidente.
Toda esta nueva polémica se derivó de un mensaje de Petro en medio de una visita a Providencia, precisamente para revisar cómo avanzó este proceso en el gobierno anterior, en el que denunció que algunas de las casas reconstruidas costaron cerca de 600 millones de pesos.
Además, cuestionó que muchas de estas nuevas viviendas se hayan hecho en concreto y, según él, sin incluir a la comunidad en su planeación. Un tema de suma importancia en un lugar como Providencia, donde los locales suelen darle mucha importancia a la estética de sus hogares y a tener un papel activo en su construcción.
“Es eso lo que explica que no se reconstruyan los lugares arquitectónicos patrimoniales del pueblo raizal, y que la construcción del hospital solo se haya contratado una semana antes de mi posesión como presidente”, señaló el presidente Petro.
Sumado a ello, el mandatario aseguró que fue un error la “contratación externa” para la reconstrucción de San Andrés, llevando “una fuerza de trabajo foránea y una cantidad de funcionarios que pervirtió por completo la economía de la isla”. No obstante, dicha versión de las cosas generó un choque de trenes con el anterior gobierno de Iván Duque.
Tras el mensaje de Petro, enseguida la exministra de Vivienda, Susana Correa, que en su momento lideró este proceso de reconstrucción, rechazó que se den conclusiones sobre lo que se hizo tras una breve visita a la isla. Además, pidió recordar que en esta tarea no solo se intervinieron viviendas, sino que hubo 357 “actividades definidas para la reconstrucción de Providencia y Santa Catalina”.
“La reactivación económica es un hecho y los turistas volvieron a Providencia y a Santa Catalina. 150 posadas y establecimientos turísticos reconstruidos, restaurantes en funcionamiento, 216 negocios dotados y 54 establecimientos comerciales al servicio de la gente”, señaló la exfuncionaria, respaldada también por el expresidente Duque que aseguró que hoy hay una “nueva Providencia” gracias a su gestión.
Aún así, ¿qué tan cierto es que la reconstrucción de cada una de las casas de Providencia valió 600 millones de pesos? La realidad es que esa fue una afirmación parcialmente verdadera, pero deja por fuera muchos factores como los materiales utilizados, la funcionalidad de las construcciones o el valor de construcción por metro cuadrado, influenciado entre otras cosas por la necesidad de traer cualquier material desde afuera.
Eso, sin contar que, como le dijo a Mañanas Blu el alcalde de Providencia, Jorge Hooker, la isla carecía en su momento de la fuerza de trabajo necesaria para realizar la reconstrucción. Un factor clave para entender por qué las constructoras involucradas (Amarilo, Marval y Bolívar) tuvieron que ubicar un buen número de personas en Providencia y que a su vez explica el incremento en los arriendos del que habla Petro.
Por ejemplo, el presidente señaló que hoy un arriendo puede costar siete millones de pesos, pero Hooker señaló que este es un fenómeno que debe su origen precisamente al alquiler de propiedades para los trabajadores de las constructoras.
"Yo estoy pagando de arriendo 1.500.000 de pesos al mes, pero las casas que están alquilando están desde 8 millones hasta 15 millones de pesos. Ningún raizal puede pagar un arriendo de esos. Por eso hay todavía personas en carpas”, señaló el mandatario local al medio radial.
Por otro lado, la misma Susana Correa confirmó en esa misma emisora que el precio de 330 viviendas reconstruidas, de entre 85 y 111 metros cuadrados, llegó a ser de 640 millones de pesos; mientras que 737 habrían valido $390 millones. Sin embargo, señaló que dichos costos se explican por la funcionalidad de las viviendas construidas, los materiales empleados y costos extraordinarios de construir en Providencia.
Una versión que fue respaldada por el alcalde Hooker en su entrevista, quien dijo que un metro de arena llega a costar en la isla unos 500 mil pesos, entre cuatro y cinco veces más que en las ciudades principales. Particularidad que habría que extender a otros materiales de construcción y al hecho de que las casas contarían con refuerzos importantes de acero y concreto (en zapatas y demás) para soportar posibles catástrofes naturales.
Metro cuadrado y canasta familiar en Providencia
Aún con las explicaciones de los funcionarios del Gobierno anterior, el debate sigue abierto pues a muchos no les cuadran las cuentas, teniendo en cuenta el precio por metro cuadrado de construcción que tendría una casa como estas. Por ejemplo, el metro construído de una de las casas de 85 metros cuadrados sería de $7’529.411.
Solo para hacerse una idea de la distancia que ello marca con el resto del país, habría que ver que según la Inmobiliaria Oikos el precio promedio de metro cuadrado en Bogotá es apenas superior a 4,1 millones de pesos. Solo en la localidad de Chapinero, de acuerdo con la plataforma inmobiliaria Habi, los precios por metro cuadrado son iguales o superiores a 7 millones de pesos (pero eso teniendo en cuenta que se trata de barrios con estratificación bastante alta).
Eso quiere decir, palabras más palabras menos, que el costo de construir en Providencia una casa refugio que sirva a los habitantes para una emergencia natural como un huracán, es solo comparable con el precio por metro cuadrado de una casa en la zona con mayor nivel socioeconómico de la capital. Hecho que, más allá de si hubo sobrecostos o no, es una señal de alerta y un factor que dificulta el acceso de los isleños a una vivienda digna.
Todavía más preocupante es la segunda denuncia de Petro: los sobrecostos en los alimentos. Aunque el presidente aseguró que en Providencia una naranja puede valer unos 12 mil pesos, el alcalde Hooker confirmó que estaría entre cuatro y cinco mil pesos; mientras un huevo sí vale más de mil pesos. Eso, cuando en el resto del país se pueden encontrar sobre los 500 pesos.
Así las cosas, todo parecería indicar que Providencia va en camino a ser económicamente inviable para los isleños que, a dos años del paso de Iota, no solo ven que la promesa de la reconstrucción en 100 días nunca llegó, sino que deben pagar dos o tres veces más caro que el resto del país alimentos básicos de la canasta familiar. Eso, mientras muchos de sus habitantes siguen viviendo en carpas.