Netflix se aventuró a reanimar la famosa telenovela adolescente mexicana “Rebelde”, originalmente transmitida entre 2004 y 2006 por Televisa. Una producción que en su momento llegó a marcar la infancia o adolescencia de más de uno, dejando a su vez varios éxitos musicales que ahora son retomados en la nueva edición de la productora estadounidense. Sin embargo, recién estrenada, no se salvó de las críticas por algunas referencias de Colombia que algunos consideraron fuera de lugar.
Lo cierto es, que quién no recuerda aquella banda de jóvenes talentosos y adinerados que vivieron varias aventuras para alcanzar sus sueños musicales: Mia Colucci (interpretada por Anahí), Roberta (Dulce María), Miguel Arango (Alfonso Herrera), Guadalupe Fernández (Maite Perroni), Diego Bustamante (Christopher Uckermann) y Giovanni Méndez (Christian Chávez). Pues ahora, con una nueva generación que llega a la Elite Way School, Netflix espera revivir el éxito de esta producción con historias que se entrecruzan con los personajes originales.
Precisamente, dentro del nuevo grupo se encuentra un joven colombiano, que por lo menos en un principio asegura ser de origen humilde y de un barrio “pesado” del país. El personaje, nombrado como ‘Dixon’, es interpretado por el actor Jerónimo Cantillo, que aseguró en una entrevista estar muy feliz y orgulloso de que la producción incluyera a un artista de Colombia.
Sin embargo, aunque la serie ya goza de muchos seguidores y en general ha tenido una buena aceptación, existe un sector de personas que no han quedado muy contentas con algunas referencias que se hacen dentro los primeros ocho capítulos. Entre ellas, se encuentran expresiones como “ratero” o “narcotráfico escolar”, utilizadas como bullying por parte de otros compañeros contra Dixon.
Sin llegar al terreno del spoiler, Dixon es un personaje rudo, que generalmente habla de su vida dura en Colombia (aunque luego la trama traiga una sorpresa sobre este punto) y que tiene el sueño de ser rapero. En una escena, incluso tuvo un diálogo con algunos de sus compañeros de cuarto que pretendían evitar el toque de queda de la escuela y les dijo: “De donde yo vengo, si tú no respetas el toque de queda te matan”.
Aunque, eso sí, las escenas que más han generado cierto grado de rechazo entre los espectadores colombianos son unas en las que se le acusa a Dixon de ser ratero por el simple hecho de ser colombiano y otra en la que Luka Colucci (sobrino de Mía) le dijo: “¿Podrías ser un poquito más estereotípico, no? Un ratero colombiano ¿Qué sigue, narcotráfico escolar?”.
En redes sociales el tema ganó contradictores rápidamente. Por lo general fueron personas que, aunque valoraron positivamente la trama e incluso la exposición de problemáticas puntuales de Colombia, chocaron con la referencia al narcotráfico y las demás bromas de nacionalidad. Cabe recordar que, por lo general, los colombianos no gustan de que en el exterior se les relacione con este tipo de cosas.
Lejos de la polémica, es indudable el gran logro de Cantillo representando a Colombia en lo que promete ser el regreso al éxito de una de las producciones mexicanas juveniles más famosas de los últimos años. Su representación, desde la óptica de la actuación, fue impecable y logró verse como uno más de la nueva generación “Rebelde”. No obstante, en el fondo queda preguntarse si no es suficiente ya con el tema del narcotráfico y Pablo Escobar. Es decir, ¿cuánto tiempo le va a tomar a los colombianos liberarse de ese yugo reputacional que los condena, como a Dixon, a ser vistos como delincuentes en el exterior?