Una tormenta de comentarios generó el pronunciamiento que hizo el Vaticano sobre el matrimonio entre personas homosexuales, en el que reiteran su declaración de ilicitud a toda forma de bendición que tienda a reconocer sus uniones.
"No es lícito impartir una bendición a relaciones, o a parejas incluso estables, que implican una praxis sexual fuera del matrimonio (es decir, fuera de la unión indisoluble de un hombre y una mujer abierta, por sí misma, a la transmisión de la vida), como es el caso de las uniones entre personas del mismo sexo", se lee en la respuesta de la Santa Sede.
Sin embargo, aclaran que este pronunciamiento no perjudica de ninguna manera la consideración humana y cristiana que la Iglesia tiene de cada persona. Además, advierten que no son "árbitros de estos designios y de las verdades de vida que expresan, sino si fiel intérprete y anunciadora".
"Esto nos habla de un poder que la Iglesia no tiene, porque no puede disponer de los designios de Dios, que de otro modo, serían rechazados y negados. (...) la respuesta al dubium no excluye impartir bendiciones a personas homosexuales que manifiesten la voluntad de vivir en fidelidad a los designios revelados por Dios, así como los propuestos por la enseñanza eclesial", agregó el Vaticano.
Cabe mencionar que la declaración surgió como respuesta a un 'dubium' que había sido presentado en días anteriores y a que en ambientes eclesiásticos se están difundiendo proyectos y propuestas de bendiciones para uniones de personas del mismo sexo.
Pero como era de esperarse, las palabras de la Congregación para la Doctrina de la Fe –a cuya publicación ha dado su asentimiento el propio papa Francisco– causaron una serie de reacciones a favor y en contra.
Polémica por supuesto apoyo del papa a la unión entre parejas homosexuales
Hacia noviembre de 2020, el documental 'Francesco' –que se estrenó en el Festival de Cine de Roma a finales de octubre–generó una fuerte polémica al mostrar al papa en una entrevista demostrando su apoyo a la legalización de las uniones civiles de parejas del mismo sexo y diciendo que los homosexuales tienen "derecho a estar en una familia".
Esta declaración, inédita al ser la primera de este tipo dicha por un sumo pontífice, originó el rechazo del sector más conservador de la Iglesia y causó una serie de solicitudes por parte de la comunidad LGBT para que la postura fuera incluida dentro de la doctrina católica.
En contraste, la Santa Sede advirtió que las palabras del papa Francisco fueron editadas y sacadas de contexto, y añadió que su doctrina no ha tenido cambios.