Por estos días Gianni Infantino, presidente de la FIFA, se ha vuelto tendencia luego de su particular defensa a la realización del mundial cada dos años y no cada cuatro como se realiza actualmente. Según el dirigente deportivo, cambiar a esta dinámica puede ayudar a mejorar las condiciones de países africanos y evitar que sus ciudadanos se desplacen en búsqueda de una vida mejor. Declaraciones que por cierto han resultado polémicas en gran parte del mundo, aunque por otro lado también hacen preguntarse por el efecto que tendría sobre las selecciones más chicas.
Parte de lo dicho por Infantino fue que en “en Europa, la Copa del Mundo se celebra dos veces por semana, porque los mejores jugadores juegan en Europa” y ese sentido era necesario empezar a incluir, a visibilizar, a jugadores de otras partes del mundo que por lo general no participan en competiciones de alto nivel.
“Tenemos que incluirles, debemos encontrar la manera de incluir a todo el mundo, de dar esperanzas a los africanos para que no se vean necesitados de atravesar el Mediterráneo para encontrar una vida mejor, pudiendo encontrar probablemente la muerte en el mar. Tenemos que darles oportunidades, ofrecerles dignidad, no haciendo caridad, sino permitiendo al resto del mundo participar", agregó.
Rápidamente, sus palabras generaron una polémica tremenda pues a muchos les parecieron algo racistas, causando la reacción de voces relevantes como el jefe de prensa de Human Rights Watch, Andrew Stroehlein, quien dijo a través de su Twitter: “Mis compañeros de Human Rights Watch entrevistan a refugiados de todo el mundo casi a diario. Redactamos informes sobre las razones - los abusos, las dificultades - que les llevan a abandonar sus países. Nunca han mencionado que sea por la periodicidad del Mundial".
No obstante, tras el escándalo, el propio Infantino tuvo que salir en su defensa, manifestando que sus palabras fueron sacadas de contexto. “Deseo aclarar que, en mi discurso, mi mensaje más general fue que todos en un puesto de toma de decisiones tienen la responsabilidad de ayudar a mejorar la situación de las personas en todo el mundo”, manifestó.
Además, agregó que su comentario no estaba estrechamente ligado a la realización del mundial cada dos años y que en realidad iba más enfocado al hecho de que brindar más oportunidades a los países en vía de desarrollo haría que las personas las aprovechen “en sus propios países”.
Implicaciones de un mundial bienal para Colombia
Un mundial bienal tendría tantos pros como contras. De por sí, una gran mayoría de federaciones de fútbol del mundo se oponen a esta idea, mientras que por ejemplo una gran mayoría de las africanas la apoyan con vehemencia. La cosa es que, más allá de ser una vitrina de fútbol, la Copa del Mundo en realidad es un evento que requiere de una gran logística y cantidades abismales de dinero. En ese sentido, ¿qué tan positiva podría resultar esta posibilidad para la Selección Colombia?
Lo primero que hay que tener en cuenta es la afectación en la logística de otros eventos. Un mundial requiere que una gran cantidad de jugadores, por lo general algunas de las figuras más importantes de los clubes de distintos países, abandonen su puesto de trabajo para entrenar y debutar tanto en las clasificatorias como en el mundial (lo cual, en el fondo, significa tiempo y dinero para estos clubes).
En el caso de Colombia, por ejemplo, afectaría directamente a equipos de la Liga local, así como algunos equipos en Europa, Asia y América, aún cuando los clubes pueden llegar a obtener beneficio de esto si su jugador se valoriza tras un debut interesante con su selección nacional.
Otro problema, podría ser el hecho de que al reducir la periodicidad del mundial este se cruce con otras competencias locales y ponga en aprietos a los clubes o en su defecto imposibilite la presencia de un jugador. Eso, sumado a que las clasificatorias reducirían también su periodicidad y los jugadores serían convocados con mayor frecuencia para estos encuentros.
Por otro lado, es posible que el tema financiero sea el que más resulte atractivo para hacer el mundial cada dos años. De acuerdo con la BBC, en el mundial de Brasil, por ejemplo, la FIFA recibió 4.800 millones de dólares y obtuvo ganancias netas de 2.600 millones por concepto de transmisiones, patrocinios, entradas, hospitalidad y branding.
Lo mismo sucede en chico al hablar de las selecciones. Solo por clasificar de forma directa al mundial de Rusia 2018, según Marketing Registrado, la Federación Colombiana de Fútbol recibió dos millones de dólares, así como muchos de sus viáticos por cuenta de la FIFA.
De ahí en adelante, rige la siguiente tabla para cada Selección de acuerdo con la fase en la que sea eliminada. En el caso de Colombia en Rusia, por ejemplo, fue de doce millones de dólares y en Brasil de 14 millones:
Rusia 2018: Tabla de premios por fase y puesto
- Fase de grupos: USD 9 millones.
- En octavos: USD 12 millones.
- En cuartos: USD 16 millones.
- Cuarto puesto: USD 22 millones.
- Tercer puesto: USD 24 millones.
- Subcampeón: USD 28 millones.
- Campeón: USD 38 millones.
Dentro de estos ingresos también hay que contar una suma de 1,5 millones de dólares entregados por la FIFA a cada selección para costear su preparación al mundial (en este caso ya contada) y la utilización del fondo de protección en caso de que un jugador resulte lesionado.
A eso hay que sumarle los patrocinios de cada equipo. En el caso de la Selección Colombia, por ejemplo, que acaba de sumar a Rappi como patrocinador, cuenta con el respaldo de empresas como Águila, Adidas, Movistar, Telefónica, Bancolombia, Homecenter, entre otras. Ahora, con la posibilidad de un mundial cada dos años y de ser vistos a nivel mundial, ese apoyo podría crecer y las arcas de la Federación podrían verse beneficiadas.
Finalmente, cómo dejar de lado el dinero que le ingresa al país que es sede del mundial. Aunque eso sí, hay que anotar que se reduciría considerablemente el tiempo de preparación e incluso puede que haya menos gente asistente (por aquello de haber menos tiempo para ahorrar tras convertirse en un evento frecuente).
Como se mencionó, tras todos los gastos, la FIFA se echó al bolsillo finalmente una cifra cercana a los 2.600 millones de dólares, una cantidad astronómica que puede servir como referencia para darse cuenta del negocio multimillonario del fútbol y del por qué tanto interés en reducir el tiempo entre un certamen y otro. Habrá que esperar a ver cómo avanza esta discusión en el tiempo, sobre un tema que tanto beneficia a unos mientras perjudica a otros tantos.