La situación política en Colombia se caldea cada vez más entre los sectores afines al Gobierno Nacional y los de oposición, sobre todo con aquellas alas más radicales de la derecha en el país. Precisamente en medio de ello, se dio un duro conflicto entre la senadora María Fernanda Cabal y el ex ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, que inició por un comentario sobre las marchas pasadas en contra del gobierno.
El mensaje de la discordia llegó por parte de Cristo, quien aseguró que era una señal de normalización de la democracia el que la “derecha opositora” saliera a marchar y la izquierda en el poder le garantizara su derecho a manifestarse.
“Cuando la derecha opositora sale a protestar en forma pacífica contra el gobierno y la izquierda democrática desde el poder brinda garantías a la movilización, quiere decir que nuestra democracia se normalizó con la elección de Gustavo Petro .Gran avance”, señaló el exfuncionario a través de su cuenta de Twitter.
Sin embargo, todo parece indicar que su trino no le cayó para nada bien a la senadora María Fernanda Cabal, quien lo acusó de ser “cínico” y parte de los “travestis del Cambio”, con lo que buscaba expresar que supuestamente se trataba de los mismos “politiqueros” de siempre.
Su mensaje rápidamente se llenó de reacciones, algunos de respaldo y otros de rechazo frente a lo que consideraron un mensaje innecesariamente agresivo. Eso sí, en gran parte mensajes de personas que al igual que ella opinan que el gobierno del “cambio” guarda muchas similitudes con anteriores administraciones. Una crítica que, de hecho, ha cogido bastante fuerza entre la naciente oposición.
“Toda la vida viviendo de la política de la derecha, ahora viejos les da por volverse izquierdistas” o “En esta marcha no estaban la primera línea, ni la Cric, ni gente pagada, ni presionada. Solo ciudadanos que ejercieron el derecho constitucional a manifestarse pública y pacíficamente”, fueron algunas de las respuestas.
Sin embargo, muchos otros criticaron la forma de expresarse de la senadora María Fernanda Cabal, uno de los cuales fue precisamente Juan Fernando Cristo, quien le pidió contagiarse de “la actitud de su jefe de bajar los odios” (refiriéndose a Álvaro Uribe).
De María Fernanda Cabal a Álvaro Uribe
En los últimos días se dio la segunda reunión entre Gustavo Petro y Álvaro Uribe, la primera con la izquierda ya posicionada en el gobierno. Las claves de esa reunión fueron, entre otras cosas, seguir dialogando sobre temas de interés nacional y delinear todavía más el cómo será la relación entre oposición y gobierno de acá en adelante.
La cita en cuestión sucedió el 27 de septiembre, un día después de las marchas convocadas por la derecha en contra de la reforma tributaria y otras iniciativas del gobierno nacional. Misma que, según las vertientes más tradicionales de la derecha, no contaron con el apoyo esperado del expresidente Uribe (lo que habría levantado algo de molestia incluso en el Centro Democrático).
De hecho, tras su reunión, el expresidente Uribe dio unas declaraciones públicas en las que volvió a dejar claro que su oposición al gobierno Petro será “constructiva”: “Tiene que ser una oposición que sepa dialogar, que sepa oponerse con argumentos, que sepa criticar con razones, que sepa escuchar y que también tenga disposición de lograr acuerdos”.
Sin embargo, aseguró que fue también un vehículo de todas esas preocupaciones que afectan al sector que él representa: las invasiones de tierras, la ola invernal, la estigmatización de la Fuerza Pública, la tributaria o la reforma a la salud.
Además, el expresidente Uribe precisó no estar de acuerdo con que se estigmatice al nuevo gobierno como “neocomunista”, así como también pide no encasillar a su fuerza política como de ultraderecha. Una pelea en la que, por otro lado, sí parece estar la senadora María Fernanda Cabal.
Ejemplo de ello, fue el enfrentamiento que tuvo la política del Centro Democrático con Esteban Santos, hijo del expresidente Juan Manuel Santos, en el que incluso deseo verle “dentro de un CAI en llamas”. Mensaje que ya fue calificado por Twitter como “abusivo” y que puede dar una idea de las dos líneas que desde ya se dibujan en las fuerzas de oposición.