Evitar las comunicaciones sexistas a la hora de informar es cada vez una necesidad más urgente. De acuerdo con un estudio de las Naciones Unidas, hoy por hoy el 46% de las noticias que circulan en medios de comunicación promueven los estereotipos de género. Eso, frente a un 6% que hace hincapié en la igualdad de género.
Las cifras de la entidad, son el resultado de un estudio realizado en 2011 que incluyó la participación de más de 100 países, en el que además se logró determinar que para entonces las mujeres solo ocupaban el 27% de los puestos de alta dirección en los medios.
La misma situación sucedía con la representación de las mujeres en la información, ya que solo una de cada cuatro personas que se nombraban en las noticias eran mujeres. Algo que, por lo menos en Colombia, no ha cambiado mucho hasta el día de hoy.
De acuerdo con el último Panel de Opinión de Cifras y Conceptos (2020-1), el ranking de columnistas más leídos en el país está liderado por Daniel Coronel y María Jimena Duzán, seguidos por Daniel Samper Ospina, Salud Hernández y María Isabel Rueda.
Por otro lado, el top cinco de tuiteros más consultados por los líderes de opinión son hombres: Daniel Samper, Daniel Coronel, Gustavo Petro, Félix De Bedout y Álvaro Uribe Vélez. Mientras que, en un análisis departamental, solo en el Valle del Cauca lidera una mujer en la lista de cómo se informan los líderes.
Por esa razón Radar K, en el marco de la segunda edición del Taller Regional de Periodismo Digital, organizado por el Festival de los Sentidos junto al Premio Nacional de Periodismo Digital Kienyke.com y la Unión Europea en Colombia, reúne las claves divulgadas por las panelistas para comunicar con un enfoque de género.
Estas 10 consideraciones se construyeron con la participación de Carla De La Vega, periodista y autora de dos libros sobre mujeres en distintos países del mundo y best seller en Amazon Viajes; así como de Teresa Castaño, Magíster en Género, Políticas y Sociedad, consultora para organismos de cooperación internacional como la FAO, Delegación de la Unión Europea, entre otras.
1. Balance en las fuentes
Hombres y mujeres cumplen roles esenciales en la sociedad y en ese orden de ideas es importante que eso se vea reflejado en el ecosistema mediático. “Hoy por hoy, de acuerdo con el Proyecto de monitoreo global de medios de 2020, el 24% de las mujeres son sujetos, fuentes o creadoras de contenidos noticiosos”, aseguró Alejandro Tamayo, gerente integral de Contenidos Digitales K.
En ese orden de ideas, es importante que las mujeres empiecen a tener una mayor presencia en todos los contenidos y secciones. Evitando, por supuesto, vínculos estereotipados con actividades laborales, como por ejemplo aquellos que relacionan a la feminidad con las artes y humanidades (como sucede frecuentemente con la psicología).
“Cuando las mujeres salimos al espacio público y lo hacemos porque hemos desarrollado una carrera, sea en las artes, sea en las ciencias o en lo que sea, seguimos cargando con ese ordenamiento de género que ha dado un lugar distinto a lo que está asociado a lo femenino de lo que está asociado a lo masculino”, aseguró Castaño en su intervención.
Para poder cumplir con este objetivo es importante dejar de lado ordenamientos como: mujeres amables versus hombres agresivos, mujeres cuidadoras versus hombres proveedores del hogar, hombres poderosos versus mujeres sumisas, entre otros.
2. Evitar la victimización de la mujer
Este punto se debe manejar con precaución. El cubrimiento de la violencia de género y la violencia machista en todas sus formas debe estar regido por algunos principios fundamentales: evitar la victimización y la priorización de sus testimonios en situaciones de emergencia, así como la justificación de los actos cometidos en su contra.
En ese sentido, hay que dejar a un lado los titulares y enfoques que justifiquen un determinado ataque contra la mujer y empezar a entenderla desde el rol activo que juega dentro de la comunidad y la información que se está abordando. Policías, senadoras, líderes comunales o directoras de compañías, pueden ser ejemplos de mujeres que pueden ayudar a los periodistas a diversificar sus fuentes informativas en su labor de reportería.
“Debemos poner rostro a esos seres humanos que están allá y qué lugares están ocupando”, señala Castaño.
3. No ser presas de la polarización
Algo recurrente en el cubrimiento mediático y en el día a día periodístico, es ese momento en el que la opinión personal (bien sea frente a un tema político o no) se enfrenta con la labor primaria de informar. Lo recomendable en ese caso es realizar un análisis profundo de la situación y escoger un enfoque que permita abordar la información sin caer en descalificaciones personales o estereotipos dañinos de género.
En su presentación, Teresa Castaño expuso algunos casos de renombrados medios de comunicación colombianos en los que se han sido utilizados abordajes machistas para realizar una crítica política. Un error cada vez menos presente, que se puede mejorar identificando estos imaginarios al momento de querer retratar una realidad.
“Lo que hay detrás de caricaturas (o informaciones) como estas es: “este no es el lugar de ustedes” (...) El lugar de las mujeres está asociado a lo doméstico y a la vanidad”, señaló.
Por esa razón, es importante centrar la crítica política en factores políticos (aplicando lo mismo a cualquier ámbito) y no sacar a la mujer del rol que tenga para dirigirla hacia enfoques domésticos o banales.
4. Evitar los estereotipos sexistas
De acuerdo con la ONU, el sexismo se define como: “La creencia de que un sexo es superior al otro”, asegurando además que “en nuestras sociedades patriarcales, casi siempre el sexo que se cree superior es el masculino”. En ese sentido, según Castaño, una forma muy efectiva de no generar comunicaciones sexistas es evitar los machismos y micromachismos, estereotipos de género, misoginia, homofobia, entre otros tantos.
Ejemplos claros de esta problemática son todas aquellas informaciones que, quizá sin quererlo, incurren en un abordaje estereotipado de la mujer: el color de sus uñas, las parejas sexuales que ha tenido, la ropa que viste, entre otros.
No obstante, cabe destacar que los estereotipos sexistas no aplican solo para la mujer. También caben dentro de esta categoría las informaciones que destaquen al hombre como el poderoso, el "don juan" o el héroe.
5. Visibilizar las problemáticas de las mujeres
Aún cuando se debe evitar la victimización de las mujeres, también hay que visibilizar las problemáticas específicas que las afecten de manera desproporcionada. Un ejemplo de ello es la violencia machista o los feminicidios, que hoy por hoy ocupan un lugar cada vez más primordial en la agenda noticiosa de los medios de comunicación.
En ese sentido, según De La Vega, es importante entender que los medios de comunicación tienen un papel fundamental a la hora de mediar y dar a conocer todo tipo de violencias y desigualdades. “La misión que tenemos los periodistas es visibilizar todo lo que la sociedad patriarcal nos está coartando tanto a hombres como mujeres y cómo todos somos víctimas de ella y cómo podemos avanzar”, puntualiza.
6. Los hombres también tienen la culpa
Teresa Castaño señala que en ocasiones suele culparse exclusivamente a la mujer en casos de infidelidades y otro tipo de confrontaciones personales y familiares. Frente a ello, la recomendación que hace la experta es abordar a todos los involucrados en igualdad de condiciones.
En aras de garantizar cierto balance, la información divulgada debe mantenerse dentro del marco de los datos conocidos e involucrando a todos los actores como partes activas. Un ejemplo de este error puede ser cuando se resalta el enfrentamiento entre mujeres por una infidelidad (dejando al hombre como sujeto neutro) o cuando en una discusión entre una pareja se deja a la mujer como la celosa, controladora, etc.
7. Entenderse como un agente de transformación
La periodista Carla de la Vega contó cómo escribir dos libros sobre la vulneración de derechos a las mujeres en Estambul y la India, le trajo una serie de críticas feroces que le hicieron silenciar su trabajo por un tiempo. No obstante, con el tiempo se dio cuenta de que la razón de dichos ataques es que su trabajo "levantó ampollas" en una sociedad machista en la que hablar de los derechos de la mujer aún es un tema meritorio de veto.
Por esa razón, la excorresponsal de CNN aseguró que es muy importante que la prensa entienda su papel de agente de transformación de lo establecido en el imaginario colectivo. Además, también es importante resaltar que las nuevas plataformas digitales han logrado transformar las narrativas y abrir espacios para discutir sobre los problemas de las mujeres.
8. Abordando la diversidad
El enfoque de género también incluye todo tipo de comunicaciones que abordan a la comunidad LGBTIQ+, teniendo en cuenta que muchos de estos colectivos tienen un papel cada vez más activo dentro de la sociedad y en ese sentido es importante contar sus historias, problemáticas y triunfos (como se haría con cualquier persona).
Para este caso específico aplican las recomendaciones antes mencionadas: no victimizar, abordar desde el respeto y desde el entendimiento de su forma de pensar, no estigmatizar ni reforzar estereotipos o estigmas dañinos, respetar las luchas históricas y reivindicar sus triunfos con espacio en la agenda informativa.
9. Enfoque de género en la academia
De acuerdo con Teresa Castaño, el papel de los medios de comunicación es importante, pero insuficiente si no se aborda de forma integral desde la academia también. Periodistas profesionales y aprendices deben tener formación específica en enfoque de género que les permita discernir entre una comunicación machista y una que no lo es al momento de informar.
En ese sentido, es vital la articulación de módulos de educación para la igualdad en facultades universitarias, talleres de periodismo, entre otras instancias de formación.
10. Más historias de mujeres que inspiren
De acuerdo con De La Vega, cada vez son más las historias que se ven de mujeres que inspiran a otras mujeres y a la sociedad en general. “Estamos viendo más historias de mujeres en los periódicos. Historias de mujeres que inspiran, historias que antes solamente estaban en las revistas dedicadas a las mujeres”, asegura.
Por esa razón, el llamado a los periodistas es seguir priorizando como protagonistas de las noticias a mujeres científicas y empoderadas, que muchas veces no figuran en los grandes titulares de la prensa tradicional.