La designación de Salvatore Mancuso por parte del presidente Gustavo Petro como gestor de paz ha provocado todo tipo de reacciones en el país, muchas de ellas cuestionando la decisión del Ejecutivo por el mensaje que estaría recibiendo el país con el nombramiento del exjefe paramilitar y líder de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
No solo desde la oposición (Centro Democrático y otros partidos) ha recibido cuestionamientos Gustavo Petro. Analistas y observadores de otros sectores académicos y políticos se han pronunciado al respecto.
Kienyke.com consultó a Carlos Andrés Arias, líder de la firma Estrategia & Poder, quien apuntaló un análisis desde varias aristas.
El experto señala que esto podría ser interpretado como una "bofetada a las víctimas ya que, a su juicio, sus declaraciones en la JEP no cubrieron las expectativas de quienes reclamaban verdad.
Implicación política de nombrar gestor de paz a Salvatore Mancuso
Arias señala que "hay que entender que Mancuso es uno de los delincuentes que, recientemente, más ha pagado cárcel; va para cuatro años, a diferencia de muchos. Queda en el aire si ser gestor de paz le dará la posibilidad de estar en Colombia.
Asimismo, hace énfasis en la carta política que se estaría jugando Petro, en relación con las declaraciones de Mancuso en las Álvaro Uribe Vélez que no sale muy bien librado respecto a la creación de diferentes bloques de paramilitares en el país. Esto cuando dijo que las Fuerzas Armadas habrían trabajado de las mano de las AUC para diferentes operativos.
La cercanía de las elecciones
El analista ve la seguridad como el tema más importante de cara a los comicios regionales que el próximo 30 de octubre se celebrarán en Colombia. La presencia de bandas delincuenciales, la paz total y el crimen organizado están en el primer renglón de la agenda política y social.
Habla de un repliegue de Fuerzas Armadas en los departamentos históricamente más afectados por la violencia, como consecuencia de la Paz Total.
El nombramiento de Mancuso no solo es una implicación legal, judicial, con todo lo de sus derechos, sino es una jugada político-electoral, pues el discurso de muchos será seguridad. Poner a Mancuso a hablar de Uribe, con pruebas o sin pruebas, es una jugada para contrarrestar esas tendencias.