Al final de la recta presidencial, antes de la elección de Gustavo Petro como presidente, el tema de la llegada de Juan Camilo Restrepo como alcalde ad hoc de Medellín llegó a generar bastante polémica. Un hecho que quedó subsanado primero con la elección de la exalcaldesa Andree Uribe y luego con la restitución a sus funciones del alcalde Daniel Quintero. No obstante, por su lado, Restrepo sigue dando sorpresas al reaparecer como alcalde ad hoc de la ciudad de Cúcuta.
Este cargo, que ostenta desde noviembre de 2021, lo ocupa entre otras cosas para vigilar el proceso electoral de la revocatoria del alcalde Jairo Yañez Rodríguez, luego de que la Registraduría diera vía libre a este proceso a finales del año pasado tras validar más de 69 mil firmas para esta solicitud. Poco más del doble de las necesarias.
En ese sentido, aunque no resulta novedoso su cargo, a muchos si les terminó sorprendiendo y recordando el duro recibimiento que tuvo cuando fue designado como mandatario de Medellín, sobre todo por ir en contravía de la normatividad que dicta que un mandatario encargado debe pertenecer al mismo movimiento del suspendido (es decir, de Quintero en ese caso). Un mandato que duró desde el 11 de mayo hasta el 1 de junio, poco más de 15 días, y que generó en su momento burlas que hoy se le regresan con el caso de Cúcuta.
Pues bien, resulta que esta vez el mandatario volvió a aparecer en sus funciones a través de sus redes sociales, con varias precisiones sobre el proceso de participación política que tendrá lugar este domingo 26 en la capital del Norte de Santander.
Entre otras cosas, el mandatario ad hoc de Cúcuta señaló que habrá un dispositivo de seguridad liderado por la Policía Nacional y el Ejército, así como anunció ley seca en la ciudad desde el sábado 25 de junio hasta las seis de la mañana del lunes 27. Eso, recordando que también estarán acompañando el proceso la Fiscalía y Defensoría.
Sumado a ello, Juan Camilo Restrepo señaló que en la jornada de votación se pondrán a disposición 78 puestos con 915 mesas habilitadas para que los cucuteños puedan ejercer libremente su derecho al voto y estará en pleno funcionamiento toda la logística para los escrutinios.
No obstante, a pesar de la seriedad de la temática, las bromas para Restrepo no demoraron en llegar, en su gran mayoría por parte del nuevo partido de Gobierno y sus seguidores, quienes fueron los mayores críticos tiempo atrás de su aterrizaje en Medellín.
El alcalde ad hoc, Juan Camilo Restrepo
Actualmente Juan Camilo Restrepo cumple con la función que prometió ejercer en su posesión como mandatario de la ciudad de Cúcuta, que fue la de ser “vigilante del proceso de elección que se realizará para la revocatoria de mandato contra el actual alcalde”.
No obstante, el episodio rápidamente recordó a muchos su corto paso por Medellín, en el que desde el día uno generó varios momentos llamativos, como cuando se molestó porque llamaron alcalde a Quintero y pidió que lo llamaran su “antecesor”, o cuando subió un video saludando enérgicamente a todo el mundo dentro de la Alcaldía en su primer día de mandato.
Cabe recordar que Restrepo, previo a todos estos cargos, nunca ha ocupado ningún puesto de elección popular, aunque ha sido candidato a la Cámara de Representantes y la Gobernación de Antioquia. Durante la administración Duque se ha desempeñado como Alto Comisionado para la Paz.
Ahora bien, lo cierto es que el proceso revocatorio de Cúcuta tiene un trasfondo de lucha de poderes locales, enfrentados desde la llegada de Jairo Yañéz a la Alcaldía en 2019 bajo las banderas de la lucha anticorrupción. Iniciativa que el mandatario considera que ha cumplido, al punto de manifestar sentirse confiado frente a los comicios del domingo.
Por el otro lado, desde los promotores de la revocatoria se jugaron varias cartas para lograr la recolección de las firmas, entre ellas la gestión de la pandemia, la grave situación de orden público e inseguridad que se vive en el territorio (entre otras cosas por la influencia de actores armados y la delincuencia en la frontera), el incremento de homicidios, entre otras situaciones. Una polarización específica que sobrevive, aunque no es ajena, a los duros enfrentamientos de la campaña presidencial.
De esta manera, en este territorio históricamente marcado por la violencia, afectado por la migración masiva, la tensión en la frontera, la pandemia y demás, se termina de decidir este domingo el futuro de una alcaldía que no la tenido fácil en materia de gobernabilidad y que asegura estar teniendo buen desempeño en materia fiscal. Sin embargo, en cabeza de un alcalde poco combativo que esperará los resultados democráticos de un proceso que sucede por primera vez en la ciudad.