Cada 12 de octubre se celebra en España el Día de la Hispanidad, que entre otras cosas conmemora la llegada de Cristóbal Colón a América en 1492. No obstante, en otros países como Colombia, dicha tradición ha sido resignificada para darle prioridad a la diversidad étnica y cultural de los pueblos nativos, motivo por el cual recibe el nombre de “Día de la raza”.
Sobre esto existe un debate de grandes quilates, que año tras año revive y que este 2021 protagonizan el senador Gustavo Petro y el representante de Colombia ante la OEA, Alejandro Ordóñez, quienes discuten en redes si la herencia española es algo que hay que homenajear, o si por el contrario, hay que abordarla desde una perspectiva crítica por tratarse de un proceso histórico de homogeneización cultural, profundamente marcado por la violencia, la esclavitud y la erradicación de pueblos indígenas.
Todo inició con la participación de Alejandro Ordóñez en la celebración del 12 de octubre ante el Consejo Permanente de la OEA, durante la que se dedicó a relatar lo que para él es “el impacto positivo de lo que significó lo ocurrido aquel 12 de octubre en materia de educación, unidad de lengua, fe, servicios de salud, derecho público, institucionalidad y economía”.
“Si bien se presentaron abusos y excesos, que nadie pretende desconocer, la colonización en América por parte de España y Portugal, también funcionó a los pueblos conquistados por los reinos conquistadores (...) La hispanidad en América dejó una herencia de construcción legal, moral y cívica, de la que muchos de los que hacemos parte de este Consejo somos consecuencia”, aseguró Ordóñez.
Además, en su breve pero incisiva intervención, Ordóñez aprovechó para “lamentar” frente al Concejo de la OEA una supuesta “tendencia ideológica que señala la herencia española como responsable de todo lo malo que ocurre en la región”. Idea que calificó como “la leyenda negra” y a la que culpó de la “hispanofobia” y de “la narrativa que promueve el derribar estatuas, destruir monumentos, incendiar iglesias y plantar 529 años después que en América existe una guerra racial histórica”.
Sobre estas declaraciones, casi de inmediato, surgieron un sinfín de reacciones entre las que destaca la del senador de la Colombia Humana y precandidato presidencial, Gustavo Petro, quien calificó como “fascista” a Ordóñez. Despertando de esta manera, una rencilla entre dos personajes de la política que ya de por sí tienen diferencias históricas muy bien marcadas.
“Aunque esto lo diga el embajador de Colombia ante la OEA: un fascista. Me toca afirmar ante el mundo que el 12 de octubre de 1492 comenzó un genocidio en América”, trinó Petro, acompañando el mensaje con una foto de una nota de El Espectador en la que se cuestionaba si la opinión de Ordóñez puede ser interpretada como “la posición oficial del Gobierno colombiano”.
Por su parte, Ordóñez no se quedó en silencio y arremetió contra su contraparte, asegurando que Petro es “bueno para vociferar sobre hechos ocurridos hace más de 500 años (pero) malo para reconocer los crímenes de una guerrilla de la que hizo parte hasta 1990”.
“Además de magistrados, civiles, soldados, policías, ¿a cuántos indígenas asesinó su M-19?”, trinó el representante de Colombia ante la OEA.
Un debate histórico de grandes dimensiones
El encontronazo vivido entre Gustavo Petro y Alejandro Ordóñez, está lejos de ser único en la materia. La pelea de si la colonización fue o no positiva para América, priorizando para tal fin un análisis desde la perspectiva de la ciencia, la “civilización”, el idioma, entre otros tantos factores, es quizá uno de los más antiguos del continente. No hay que olvidar que incluso en la independencia de los pueblos americanos, existieron facciones locales que jamás apoyaron la rebelión contra la corona española.
Por otro lado, basados en la gran cantidad de literatura histórica, crónicas de la época y demás documentación que dan cuenta de las prácticas durante el largo dominio español, historiadores y ciudadanos del mundo se niegan a enaltecer la “hispanidad” como un valor digno de homenaje.
Para no ir tan lejos, en las mismas reacciones a la pelea entre Ordóñez y Petro se puede apreciar algo de esta discusión, que recientemente ha crecido tras el resurgimiento y fortalecimiento de fuerzas nacionalistas españolas que promueven que la colonización fue un proceso sin violencia y que, como dijo Ordóñez, existe todo un movimiento fiel a la “leyenda negra” del genocidio y los horrores de la colonia.
Este rifirrafe está lejos de ser resuelto y ni Petro, ni Ordóñez, van a ser capaces de poner punto final a una discusión que se da en gran parte de América Latina año tras año y que incluso en España forma parte eventual de los discursos políticos
Ejemplo de ello, fue la controversia que se armó pasado julio por un video que decidió retomar el canal en línea AJ+, en el que mostraba una declaración de 2018 de Pedro Casado, actual dirigente del Partido Popular (PP) y líder de la oposición española, asegurando que lo que el imperio español hizo mientras mantuvo las colonias en América no fue colonizar sino hacer a “España más grande”.
En aquella ocasión el político la emprendió contra aquellos literatos y mandatarios iberoamericanos que, como respuesta a la celebración del Día de la Hispanidad, promueven la celebración de la diversidad étnica por medio de la “americanidad”, “argentinidad”, entre otros términos. Ejemplo de ello el caso de Colombia, donde se celebra “El día de la raza”.
“Qué memoria histórica más desmemoriada, ¿verdad? Tanto que se reían de que nosotros estemos orgullosos de la ‘españolidad’ de Iberoamérica. No lo digo yo, lo dicen desde Unamuno, cuando hablaba de la argentinidad, cuando hablaba de la americanidad para celebrar este día”, señaló Casado.
Tras dicha intervención, tanto en España como en distintos medios de comunicación se generó un gran revuelo por sus declaraciones, en las que además Casado afirmó que en países como Colombia, Argentina o Chile se le llama “madre patria” a este país ibérico.
Cabe mencionar que según la Real Academia Española, “hispanidad” se refiere al “carácter genérico de todos los pueblos de lengua y cultura hispánica”. Por ende, cada 12 de octubre se celebra en el país ibérico el “Día nacional de España”.
Entretanto, parece que este debate seguirá su curso y cada año será retomado por los políticos de turno para seguir replicando en él su versión de la sociedad. Del orden versus el caos, de la civilización versus la barbarie, lejos ambos de intentar una conciliación de una disputa centenaria que perpetúa las heridas de todo un continente.