Las redes han atestiguado el proceso de transformación que ha vivido Daneidy Barrera Rojas, más conocida como Epa Colombia, en los últimos meses. Eso, sobre todo después de que iniciara su proceso judicial por cuenta de la vandalización de una estación de Transmilenio en el marco del Paro Nacional de 2019.
“Mientras algunos están saqueando los negocios que pueden ser de su mamá, de su papá o de algún familiar, yo estaba destruyendo lo que era del Estado. Se que tampoco está bien hecho, pero es una de las formas en las que el pueblo se puede manifestar sin pasar desapercibido”, manifestó la Epa en aquel video, en el que además aparecía pintando grafitis y golpeando con un martillo varias partes de la estación.
Este jueves 12 de agosto, el Tribunal Superior de Bogotá decidió condenar a 63 meses de prisión (algo más de cinco años) a la influencer y empresaria, contra quien ya se emitió una orden de captura.
Barrera fue hallada responsable en calidad de autora del delito de daño en bien ajeno agravado, en concurso heterogéneo con instigación a delinquir con fines terroristas y en concurso heterogéneo con perturbación en servicio de transporte público, colectivo u oficial.
Es clave recordar que, de acuerdo con el concepto emitido por el juzgado segundo penal especializado de Bogotá en marzo de 2020, Epa Colombia fue sentenciada a tres años y medio de cárcel por vandalizar aquella estación de Transmilenio. Sin embargo, por la poca monta de su pena, no le fue dictada una restricción a su libertad.
Adicionalmente, Rojas deberá pagar una multa de 492 salarios mínimos legales mensuales vigentes, y estará inhabilitada para ejercer funciones públicas y continuar con su papel de influenciadora. Todo eso, sin derecho a prisión domiciliaria.
Tras conocerse la nueva decisión, Epa Colombia se pronunció por medio de una historia en su Instagram. “Todo va a estar bien. Esas palabras me las repito una y otra vez como una especie de plegaria, reconociendo y aceptando que soy humana, que cometo errores (...) Voy a salir victoriosa de todo lo que me proponga, porque sé que lo hago de corazón y con todo el amor que hay en mí”, fueron parte de las palabras de la empresaria.
En días pasados, Daneidy Barrera mostró al país su mejor cara en una emotiva entrevista en el programa La Red, en la que contó cómo fue ese proceso de transformación de la Epa Colombia que muchas personas criticaron por los videos en el mundial de Rusia, a una influencer que todos los días habla de superación, emprendimiento, trabajo y lucha.
“Me convertí en una empresaria exitosa en Colombia, porque salir adelante en Colombia es difícil, emprender y generar empleo es muy difícil. Esos meses que me quitaron las redes, me hicieron un favor, porque hicieron a una mujer fuerte, valiente, capaz”, aseguró, refiriéndose a la primera vez que un juez le prohibió generar contenido en sus redes sociales.
Otra que se ha pronunciado tras conocerse la condena del Tribunal Superior de Bogotá, fue la novia de la influenciadora, la futbolista Diana Celis. En una jornada previa de preguntas con sus seguidores, respondió varias inquietudes sobre su relación e incluso aseguró estar triste por no poderla acompañar en la audiencia de este jueves.
Ya con la decisión en boca de todos, publicó una nueva historia en la que aseguró: “Nosotras más fuertes que nunca, te amo amor mío”.
Sumado a ello, una serie de personas seriamente indignadas con la decisión, convocó un plantón para el viernes para pedir la libertad de Epa Colombia. Dicha protesta tendrá lugar sobre las ocho de la mañana en la Plaza de Bolívar.
¿Una condena desproporcionada?
Las reacciones frente a la pena de Epa Colombia no se han hecho esperar. Lo cierto es que muy pocas personas la han respaldado y casi todos (políticos, artistas y ciudadanos) han expresado su consideración de que la penitencia excede toda proporción del daño causado por la influencer. Más aún, teniendo en cuenta lo que ha durado esforzándose por cambiar su imagen.
Algunos ciudadanos no dudaron en expresar su molestia frente a la sentencia de la influencer y han comparado la situación con algunas personas que cometieron faltas más graves en el contexto de las marchas y ahora se encuentran en libertad. Un ejemplo muy traído a colación por los tuiteros es el de Andrés Escobar, el hombre que salió con una pistola (que luego aseguró era de fogueo) a amedrentar a los manifestantes en Cali.
La política colombiana tampoco fue ajena a este debate. Gustavo Petro, por ejemplo, aseguró que era la evidencia de que en Colombia “la justicia es para los de ruana”.
Las cosas así, este parece ser el fin de una novela que inició en el seno de las marchas de 2019 y que, para bien o para mal, terminó enfocando toda culpabilidad en una de las pocas personas que grabó sus cometidos. Marcando así un precedente para muchos excesivo con una persona que está muy lejos de ser la Daneidy de hace unos años.
