El proceso de Enrique Vives en la justicia vuelve a estar en el centro de una polémica, luego de que el empresario que atropelló a siete personas y presuntamente le habría causado la muerte a seis de ellas el pasado 13 de septiembre en la Troncal del Caribe, recibiera finalmente el beneficio de prisión domiciliaria mientras se define su situación. Entretanto, deberá estar resguardado en su domicilio en Santa Marta, bajo vigilancia constante del Inpec.
Al abogado de Enrique Vives se le ha escuchado decir en audiencia que fueron igual de culpables los peatones que caminaban por la vía, sin hacer uso de los pasos exclusivos para tal fin, a pesar de que Vives habría estado en estado de alicoramiento al momento de los hechos. Esta es, por tanto, apenas una de las muchas maniobras que han rondado el caso y que hacen a las familias de las víctimas recordar un viejo interrogante: ¿La justicia es para los de ruana?
Este viernes 19 de noviembre, a dos meses del fatídico hecho, se resolvió un recurso de nulidad para la decisión inicialmente tomada de enviar a la cárcel a Vives. En síntesis, se pedía su libertad porque supuestamente no se había seguido el debido proceso para su captura. Eso no pasó y el juez que lleva el caso reafirmó la legalidad al procedimiento, pero, por otro lado, revocó la decisión que lo había enviado a detención intramural.
Tampoco hay que olvidar que esta no ha sido la única triquiñuela de Vives para eludir a la justicia: varias pruebas de alcoholemia presuntamente falsas y que causaron la investigación a los policías que lo capturaron y custodiaron, presentarse sedado a las audiencias y fingir estar mucho más grave de lo que estaba, ser trasladado a un centro psiquiátrico a pesar de que la orden de la jueza era contraria e incluso un intento de fuga en ese traslado.
A eso hay que sumarle otras apelaciones que ya había hecho la defensa del empresario, primo del cantante Carlos Vives, en las que se solicitaba desestimar la captura ya que la Policía no lo habría protegido de manera correcta. Sin embargo, Vives habría firmado el acta de derechos del capturado, que es, precisamente, un respaldo de que los uniformado cumplieron con ese deber.
Ahora bien, ¿qué razones explican la medida? Dentro de su determinación, el juez señaló que Vives ya no sería señalado del delito de "homicidio bajo la modalidad de dolo eventual”, sino de homicidio culposo agravado. Bajo este argumento, se echa abajo la determinación anterior de la jueza que lo consideró un "peligro para la sociedad" y será la capacidad de la Fiscalía para recaudar pruebas la que determine el resto del camino.
Lejos de eso y a pesar de que algunos abogados aseguran que el juez siguió el procedimiento correcto, la indignación ha sido tremenda por parte de muchos ciudadanos que no entienden cómo una persona señalada de haberle causado la muerte a seis personas pueda gozar de este tipo de beneficios.
No obstante, detrás de todo esto, las víctimas del siniestro siguen siendo las más importantes de la historia. No se puede permitir que la defensa, ahora investigada por comentarios desobligantes con los fallecidos (a los que ha culpado por caminar por donde no debían), siga jugando ajedrez con maniobras que ponen en entredicho la severidad de la justicia con ciertos sectores de la población. En Colombia, por mucho menos, el sistema ha actuado con más vehemencia.