
El Sol no quema las entrañas pero si las calienta. La temperatura del cuerpo aumenta y el cerebro también. Eso asegura el médico Michael Bergeron, director del instituto especializado en medicina deportiva en Estados Unidos. Cuando hace calor, la sangre empieza a llenar los órganos para nivelar la temperatura y le da prioridad al cerebro, esto hace que el sistema digestivo no funcione correctamente. Aunque llega sangre, el cerebro aumenta la temperatura y cuando el calor es excesivo y prolongado puede provocar enfermedades como hipertermia, que a su vez causa pérdida de conciencia, nauseas, mareo e insuficiencia renal. Hay personas sensibles que en clima cálido se sienten, incluso, confundidas.