La revocatoria del alcalde de Medellín ha llevado el clima político antioqueño a altas temperaturas. En su pulso con la ciudadanía y sectores políticos contrarios, el alcalde Daniel Quintero perdió en su intento de frenar la recolección de firmas para la revocatoria, que fueron finalmente avaladas por la Registraduría luego de rechazar la impugnación del mandatario paisa.
En sus redes, fue el mismo Quintero quien confirmó la decisión de la entidad, señalando entre otras cosas que no se le permitió estudiar con grafólogos las firmas presentadas. Cabe recordar que desde un principio el mandatario denunció posibles irregularidades en el proceso de recolección de firmas, entre ellas la presunta presencia de apoyos duplicados o suplantados.
De por sí, Quintero lanzó una plataforma digital mediante la cual los ciudadanos pueden corroborar si su nombre y cédula figuran entre las firmas presentadas a la Registraduría. Sin embargo, salvo algunos casos en los que las sospechas resultaron ciertas, las válidas terminaron siendo superiores y la revocatoria por ahora no tiene reversa.
Para muchos, la puja en Medellín resulta apenas un abrebocas de lo que será el 2022 en las urnas. Medellín decidirá si sacar o no a Quintero de su cargo, pero en el fondo podría ser un primer encontronazo de fuerzas para medir el pulso de cara a las elecciones y lo cierto es que puede que no se equivoquen, ya que por ahora el tema ha generado que los precandidatos y candidatos presidenciales tomen su bando en la pelea.
En medio de todo esto, la declaración que más ha generado controversia es una que Daniel Quintero dio en entrevista con la Revista Semana, en medio de la cual aseguró que lo que había en Medellín antes de su mandato “era unos carteles, unas mafias, donde se sumaban el GEA, el uribismo, el fajardismo, y todos tenían un acuerdo de hacerse pasito”.
Además, acusó a algunas compañías del Grupo Empresarial Antioqueño como el grupo Argos de operar como “carteles” y “mafias” e incluso que este debía disculparse con el país “por hacer parte del Cartel del Cemento”.
Uno de los primeros en pronunciarse sobre el tema fue Sergio Fajardo, quien le salió al paso al alcalde por decir que los problemas que ha resuelto “los ocasionó Fajardo”. Por su parte, el exalcalde de Medellín y exgobernador de Antioquia le respondió al actual mandatario acusándolo de sufrir perturbaciones psicológicas. En otro trino lo acusó de emplear “la política de la viveza, que es la base del todo vale”.
Por ese mismo lado, el de la Coalición de la Esperanza, el precandidato Alejandro Gaviria fue otro que no demoró en defender al GEA frente a las declaraciones de Quintero. Para el ex rector de la Universidad de los Andes, “los ligeros pronunciamientos y pugnacidad del alcalde” ponen en riesgo la “alianza entre los sectores privado y público, la academia y la sociedad civil”.
En este mismo bando, Juan Manuel Galán (pre candidato por el Nuevo Liberalismo) se sumó con un mensaje más bien ambiguo en el que aseguró que el “populismo político” no puede destruir “un proceso de gobierno corporativo valioso como el de Antioquia, que gracias a décadas de esfuerzo ha construido confianza”. De este grupo solo faltaría Jorge Enrique Robledo en sumarse al apoyo al GEA.
Luego de eso siguen los precandidatos del ‘Equipo por Colombia’, a los que tampoco les han caído muy bien las palabras de Daniel Quintero. Por ejemplo, Juan Carlos Echeverry acusó al mandatario medellinense de ser un “pésimo administrador, conflictivo e irrespetuoso con los empresarios”.
En otro trino, defendió que la revocatoria es en realidad un pulso entre la ciudadanía y Daniel Quintero, un mandatario que en su opinión “divide a los habitantes de su ciudad”.
Enrique Peñalosa fue otro que se pronunció. De acuerdo con el exalcalde de Bogotá, al atacar a las empresas antioqueñas Quintero “destruye el ambiente necesario para que haya la inversión necesaria para generar el empleo que necesitan los colombianos”. No obstante, casi ninguna posición fue tan agresiva como la del exalcalde de Medellín Federico Gutiérrez, quien celebró la decisión de la Registraduría y aseveró que el mandatario “engañó diciendo que las firmas serían falsas e inválidas”.
Finalmente, en la lista de reacciones también se cuentan las de Oscar Iván Zuluaga, que por estos días le está haciendo guiños al Equipo por Colombia, y la de Gustavo Petro, candidato del Pacto Histórico, único de los presidenciales que le arrojó el salvavidas a Quintero.
De acuerdo con el líder de la Colombia Humana, “el fiscal general debe iniciar investigación por el fraude en las firmas para la revocatoria del alcalde de Medellín”.
Por otro lado, Oscar Iván Zuluaga se sumó a la petición de los demás precandidatos de respetar al empresariado antioqueño, por medio de un video en el que rechazó “los irresponsables y malintencionados señalamientos que ha hecho el alcalde Quintero a Sura, Nutresa y Argos”.
De esta manera quedan entonces configurados los bandos entre los presidenciales de cara a una posible salida de Daniel Quintero del mando de Medellín. Una situación que tiene todos los reflectores puestos por cuanto podría suponer cambios en el poder de una de las ciudades más importantes de Colombia y por las fuerzas que se están moviendo tanto de un lado como del otro. Un inicio de año electoral convulsionado en el que será la ciudadanía, y solo ella, la que determinará el futuro de la capital antioqueña.