El ocho de marzo, día internacional de la mujer, se caracteriza en muchos países por manifestaciones multitudinarias protagonizadas por la exigencia de mayor garantía de los derechos de la mujer y un balance de las problemáticas que como género les afectan. En Colombia, por ejemplo, destacó el caso de Medellín, donde la situación tuvo un desarrollo agridulce entre las protestas y la respuesta de la administración de Daniel Quintero, que muchos han calificado como excesivamente violenta.
Precisamente, una de las escenas que dejó la jornada en la capital antioqueña tuvo que ver con la manifestación que se presentó en el Centro Formativo de Antioquia por parte de algunas estudiantes que, entre otras cosas, denunciaban a un presunto profesor acosador. Además de que también señalaron el posible encubrimiento y presunto constreñimiento por parte del colegio.
Resulta pues que dicho evento dejó como resultado el llamativo episodio de decenas de niñas del colegio cantando la canción feminista “Sin miedo” y rebelándose con pancartas frente a la situación, mientras por fuera de las instalaciones eran apoyadas por las mujeres de las marchas del 8 de marzo.
Sin embargo, en medio de todo esto empezaron a surgir otras denuncias en redes sociales que tenían que ver con la llegada del Esmad tanto a las manifestaciones feministas del 8 de marzo, como al CEFA, donde aún continuaban las menores protestando con pancartas con frases como “El CEFA es encubridor”, “No quiero tu piropo, quiero tu respeto” o “No somos histéricas, somos historia”.
Lo cierto es que, por lo que se supo, todo se puso particularmente difícil luego de que empezaran los enfrentamientos entre la Policía y las manifestantes, que según cada versión culpan a su contraparte de iniciar los ataques. No obstante, lo que no se puede negar es que la situación manchó las protestas con violencia por ambas partes e incluso dejó escenas lamentables como la de una periodista de Telemedellín agredida por manifestantes y otra independiente golpeada y arrastrada por la Fuerza Pública.
Todo este embrollo generó rechazo generalizado frente a la presencia de la Policía en las manifestaciones feministas, hecho que fue considerado como una provocación. Ahí fue donde precisamente entró a jugar la administración de Daniel Quintero, ya que el mandatario compartió un mensaje de la Secretaria de las mujeres de la ciudad, Ana María Valle, en la que rechazó especialmente el caso de la periodista de Telemedellín y condenó la violencia sin nombrar a la Policía.
Con todo y eso, lo que más generó curiosidad es que mientras sucedía todo ello el alcalde estuvo publicando de forma constante mensajes conmemorando el 8 de marzo e incluso aseguró en un trino: “Necesitamos más mujeres liderando el país, dando un paso adelante. Es el tiempo de las mujeres”.
De hecho, en una de sus publicaciones el mandatario paisa subió una fotografía de altura con varias mujeres formando un enorme “8M”. Una fecha que, precisamente, se caracteriza en casi todos los continentes por manifestaciones masivas, fuerza femenina y en las que son frecuentes las reivindicaciones y denuncias.
Por su parte, el coronel de la Policía José Abdon Galindo dio un balance de la jornada a Minuto30.com, donde manifestó que “una minoría de ellas (las manifestantes) grafitearon y afectaron paraderos y vehículos de transporte público masivo, así mismo a Ruta N, centros comerciales, la Policlínica y el Colegio CEFA”. Igualmente registró daños a las estaciones de Metroplús y de la Policía del Valle de Aburrá.
Sin embargo, resulta llamativo semejante despliegue de atención frente a la violencia de las marchas, frente al silencio de las consignas que en las mismas se expusieron. Empezando por la de las niñas del CEFA y aterrizando en el aumento de feminicidios en Medellín durante 2021 o los 376 casos de delitos sexuales cometidos contra mujeres en Antioquia en lo corrido de 2022, de los cuales 215 tuvieron como víctima a una niña o adolescente (según la Policía Nacional).