El pasado fin de semana se inauguró 'El pulpo de Puente Aranda', un espacio en el puente vehicular de la avenida de las Américas con carrera 50, destinado al arte urbano. Allí, fueron pintados diversos murales que recibieron financiación pública a través de la convocatoria del Museo Abierto de Idartes. Una de las piezas artísticas cayó mal, tanto así que fue vandalizada y la alcaldesa Claudia López citada a debate de control político en el Congreso para que entregue sus explicaciones al respecto.
Para empezar a desmenuzar este caso es clave señalar que, esta obra hace parte de una iniciativa distrital que busca intervenir 11 puentes de la ciudad. Los elegidos para realizar la intervención fueron seleccionados a través del Programa Distrital de Estímulos 2021, en una convocatoria que adjudicó 750 millones de pesos, divididos en 25 estímulos de 30 millones.
El mural en cuestión hizo parte del proyecto Utopías de andén, que intervino el costado oriental del puente y fue pintado por el colectivo SaintCat Crew. Se compone de tres imágenes que muestran el ciclo de la violencia en las calles, una de ellas retrata a un policía recibiendo una condecoración, rodeado de calaveras, en una de las columnas del puente. En otro de los costados, se ve al personaje golpeando a un joven.
La obra encendió el debate, pues pese a que el arte urbano se basa en un discurso antisistema que suele denunciar los abusos, fue pintada con recursos públicos y muchos no están de acuerdo con facilitar la "criminalización" de la fuerza pública.
El grafiti generó la molestia de algunos sectores políticos, que no tardaron en poner el grito en el cielo por el supuesto ataque a la Policía. Especialmente, las críticas apuntan a que fue financiado con recursos del distrito que, según señalaron, pudieron ser invertidos en otro tipo de necesidades de la ciudad.
El excandidato a la Alcaldía de Bogotá y actual candidato al Senado por el Centro Democrático, Miguel Uribe Turbay, expresó: "Claudia López patrocina grafitis que criminalizan a la policía. Inaceptable. Mientras persigue y maltrata a los policías, protege y empodera a los violentos".
La senadora María Fernanda Cabal, también del Centro Democrático, trinó: "¿Esa es la renovación de los puentes de Claudia? Permitir más afrentas contra la Policía Nacional es inaceptable. Ahí sí no le da ganas de salir llorando en televisión. ¡Esto es una vergüenza!".
Mientras que Martin Peñalosa, hijo del exalcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa opinó: "Incentivar el conflicto entre los ciudadanos y las fuerzas armadas, desde la alcaldía y financiado por los bogotanos, es una bajeza extraordinaria, hasta para Claudia López".
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Pero los cuestionamientos no se quedaron en trinos. El representante a la Cámara Juan Carlos Wills anunció que citará a la alcaldesa a debate de control político en la Comisión Primera de la Cámara para que explique a los ciudadanos por qué financió la obra.
"Debería estar gastándose esta plata en miles de cosas que sí necesita esta ciudad. Cuando se le está cayendo la ciudad a la señora Claudia López viene a maltratar a nuestra Policía Nacional, por eso la vamos a citar para que le explique a toda Colombia esta situación", comentó.
La alcaldesa aún no responde a la oleada de críticas por la mencionada obra. Sin embargo, sí lo hizo Idartes, que dejó clara la posición del distrito con respecto a esta discusión que parece crecer con el paso de los días.
"No se borra al que opina distinto ni se censura el arte. Las convocatorias de murales urbanos son públicas y decididas por jurados independientes. Bienvenidas las diferentes propuestas a postularse y expresarse. Eliminar y censurar al que opina diferente destruye la democracia", expresó Idartes en Twitter.
En el mismo tono, Catalina Valencia, directora de Idartes, respondió que este tipo de expresiones artísticas estarían respaldadas por la Constitución. "En su artículo 71 indica que: la búsqueda del conocimiento y la expresión artística son libres", reseñó, y agregó que la ley general de cultura en el artículo 1 numeral 4 dice: "En ningún caso el Estado ejercerá censura sobre la forma y el contenido ideológico y artístico de las realizaciones y proyectos culturales".
El tema ha ido en escalada y en la noche del sábado un ciudadano, del que no se conoce su identidad, se grabó pintando de blanco la columna en la que permanecía el grafiti, borrando por completo la obra que suscitó la polémica.
En respuesta a este acto de censura, SaintCat Crew, colectivo que pintó el mural, sostuvo que la vandalización de la obra se trata de una muestra de odio y estigmatización por parte de un sector político. Además, pidió que los responsables se excusen con el grupo de habitantes de calle que participó de este proyecto.
"Creemos que detrás de la censura a nuestra propuesta artística existe una clara intención de manipulación mediática y política previa a los comicios electorales que se avecinan. Se aprovechan de la infamia de la guerra para tergiversar nuestra intención comunitaria de visibilizar a una población que tiene serios problemas en la garantía de sus derechos, además de la estigmatización y discriminación de su forma marginal de existencia", señaló el colectivo en un comunicado de prensa.