Este domingo 29 de mayo los ciudadanos asistirán a las urnas para definir el próximo presidente de Colombia, a excepción de quienes viven en el exterior que llevan desde el pasado XX XX asistiendo a las urnas. En ese marco, mucho se ha hablado de las condiciones para que un candidato gane en primera vuelta o en su defecto para que todo se defina en dueto en una segunda jornada.
Aunque parezca obvio, existen condiciones clave para que un candidato no logre el anhelado sueño de ganar en la primera vuelta presidencial. Objetivo que este 2022 casi todas las campañas políticas comparten y que de hecho pregonan como una realidad.
Sin embargo, esto está lejos de ser una probabilidad muy alta, teniendo en cuenta que en Colombia solo ha existido un presidente que ha logrado ganar en primera vuelta desde que el modelo se introdujo con la Constitución de 1991. Este fue, nada más y nada menos, que Álvaro Uribe Vélez en 2002 y luego en 2006 con su reelección.
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Ahora bien, ¿cuáles son las condiciones para que ello suceda? Según la normatividad colombiana, para que un presidente resulte electo en primera vuelta deberá obtener "la mitad más uno de los votos que, de manera secreta y directa, depositen los ciudadanos en la fecha y con las formalidades que determine la ley”. Eso quiere decir el 51% del total de votantes, no de personas habilitadas para votar.
Este 2022, por ejemplo, según la Registraduría están habilitados 39’002.339 colombianos para asistir a las mesas de votación. Sin embargo, si de este total solo votan unos 20 millones, será la mitad más uno de este último total el que defina si un candidato resultó o no electo en la primera vuelta. Algo que requiere que la votación esté muy inclinada hacia un candidato, en cambio de que el número de votantes se encuentren dispersos entre todas las opciones presidenciales.
En el estado actual de las cosas, teniendo en cuenta que en la mayoría de las encuestas de intención de voto los candidatos líderes no superan el rango entre el 40-50%, no sería posible que ninguno ganara de esta manera. Sin embargo, como dicen por ahí, la política es dinámica y no hay mejor encuesta que las urnas.
Así el panorama, en caso de que ningún candidato logre la condición antes mencionada, los dos que mayor votación hayan obtenido pasarían a una segunda ronda que se celebra tres semanas más tarde y en la que resulta electo el que mayor número de votos logre conseguir.