Bajo un robusto esquema de seguridad, el candidato presidencial del Pacto Histórico, Gustavo Petro, finalmente regresó a las tarimas y los discursos públicos luego de haber cancelado su gira por el Eje Cafetero por varias amenazas contra su vida. Esta vez, lo hizo para una presentación en la ciudadela Juan Atalaya, en la fronteriza ciudad de Cúcuta.
No obstante, resaltó que la reaparición del también senador en los eventos públicos masivos se hiciera con un chaleco de protección bajo su camiseta del Cúcuta Deportivo y escudos antibalas, así como un buen número de integrantes de su seguridad en tarima.
Cabe recordar que, sumado a las recientes amenazas, la ciudad de Cúcuta enfrenta graves problemas de seguridad que a lo mejor hacían más difícil el control de la cita del candidato, a la que por cierto asistieron cientos de personas. De hecho, la propia ciudadela Juan Atalaya ha sido escenario del accionar delictivo y terrorista del ELN.
Por su parte, el senador Armando Benedetti, hombre de confianza de Gustavo Petro, lamentó que el candidato tuviese que presentarse de esa manera ante sus seguidores, aunque señaló que “el cambio es imparable” y “nada evitará que Petro siga llenando las plazas del país”.
En el evento, el líder del Pacto Histórico dio varias declaraciones que generaron revuelo, siendo quizá lo más relevante la promesa de que en un Gobierno suyo se reestablecerán las relaciones diplomáticas con Venezuela, para permitir entre otras cosas el progreso de la ciudad de Cúcuta. A eso se le suma “la industrialización de la ciudad, la agroindustrialización del Catatumbo y la articulación por tren con el lago de Maracaibo y el mar”.
No está de más para hacer memoria, recordar que el fuerte esquema de seguridad con el que se presentó Petro fue causado por el supuesto plan criminal que se habría estado armando para asesinarlo, orquestado, según su campaña, por la banda delincuencial “La Cordillera” e incluso un miembro de la SIJIN que habría participado en el asesinato del líder juvenil Lucas Villa.
Otro que denunció amenazas contra Petro fue el alcalde de Medellín, Daniel Quintero, quien respaldó la denuncia del senador con información privilegiada que habría llegado a su conocimiento. “No dudo de que hay un plan para asesinar a Gustavo Petro. Esta mañana recibí información sobre un finquero antioqueño que está impulsando la misma idea”, dijo el mandatario a inicios de semana.
Sin embargo, aunque la posición inicial del Gobierno frente al tema fue completamente negacionista asegurando que no existía prueba de riesgo alguno para la seguridad de Petro, el ministro del Interior, Daniel Palacios, anunció un paquete de medidas para mejorar su protección: incremento del cuerpo de seguridad asignado por la Unidad Nacional de Protección, reforzar los dispositivos especiales para concentraciones en plazas públicas y una mayor coordinación con el Coronel encargado de la seguridad de todas las campañas presidenciales. Cambios que ya empiezan a verse reflejados en el campo.
