En medio de una creciente ola de críticas y polémica, Gustavo Petro encendió un nuevo conflicto con sus recientes declaraciones sobre el papel de los medios de comunicación y la influencia de la mafia en la política colombiana. Durante un discurso pronunciado en la ceremonia de posesión de la defensora del Pueblo en el departamento del Chocó, Petro describió a algunas periodistas como “muñecas de la mafia”, una afirmación que ha generado una serie de reacciones intensas, pero también ciertas defensas.
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A propósito, Gustavo Bolívar, el director del Departamento para la Prosperidad Social (DPS) y un fiel aliado del presidente, salió a defenderlo en medio de la tormenta mediática. A través de su cuenta de X, Bolívar argumentó que no solo existen “muñecas de la mafia” en el país, sino también “muñecos de la mafia”, un término que, según él, se refiere a organizaciones criminales de mayor tamaño. Él intentó matizar el impacto de las palabras del presidente al afirmar que, aunque la frase era desafortunada, Petro no generalizó y se refería a periodistas que, a su juicio, han vendido su independencia para defender intereses mafiosos, no necesariamente vinculados al narcotráfico.
Bolívar se esforzó por aclarar que la mafia, en este contexto, no se limita al narcotráfico sino que incluye cualquier organización criminal, mencionando casos como el desfalco de regalías y escándalos de corrupción en empresas estatales. El director del DPS también expresó su desconcierto sobre por qué algunas periodistas se han sentido aludidas por las declaraciones del presidente, sugiriendo que habría que reconocer la existencia de “muñecos de la mafia” en proporción aún mayor.
Las palabras de Petro, que surgieron mientras el mandatario destacaba la labor de los jóvenes que participaron en el estallido social, criticaron el papel de ciertos medios en la criminalización de la protesta social. El presidente acusó a las “muñecas de la mafia” de construir una narrativa que asociaba la protesta con el terrorismo y de defender intereses corruptos.
La controversia no tardó en escalar. El exalcalde Enrique Peñalosa condenó las declaraciones de Petro como “indignas” para alguien en su posición. Peñalosa acusó al presidente de mentir y calumniar, calificando sus comentarios como vergonzosos y peligrosos para las periodistas mencionadas.
“Que el presidente de la República llame ‘muñecas de la mafia’ a periodistas colombianas es indigno de su cargo, vergonzoso como persona, y muy peligroso para ellas”, expresó Peñalosa en una contundente declaración a través de su cuenta de X.
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En un contexto de alta tensión y polarización, las declaraciones de Petro y las respuestas subsecuentes de sus defensores y críticos subrayan la creciente fractura en el discurso político y mediático en Colombia. Mientras el presidente continúa desafiando el status quo y cuestionando las estructuras de poder existentes, el debate sobre el papel de los medios y la influencia de la mafia en la política nacional sigue siendo un tema candente y polémico.