Hace pocos días el gobierno nacional publicó: “Ruta Futuro” una política integral para enfrentar el problema de las drogas, allí realiza un balance del consumo y sus principales eslabones de producción.
El Presidente, Iván Duque, ha reiterado que es necesario regular los químicos usados para la producción de estupefacientes, de hecho, en Nueva York el mandatario hizo un llamado a las demás naciones para que regulen ese mercado.
“Colombia está haciendo un gran esfuerzo en la lucha contra el narcotráfico, pero necesitamos también que el mundo nos ayude, especialmente los países que son productores de precursores químicos para tener todas las órdenes de despacho con total transparencia y evitar que esos insumos lleguen triangulados al país para producir cocaína”, dijo el mandatario.
Según cálculos del gobierno para producir 1 kilogramo de cocaína se necesitan: 0.3kg de Permanganato de Potasio; 1.6 litros de ácido sulfúrico; 1.1 litros de Ácido Clorhídrico; 282 litros de gasolina y 56.7 kilogramos de cemento.
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Unas cantidades que se multiplican exponencialmente cuando la producción se hace a escala de toneladas, según el Ministerio de Justicia para producir 1.300 toneladas del alcaloide se necesitan mil 91 millones de pesos.
Pese a que el gobierno ha utilizado estrategias para evitar el uso de estas sustancias en la producción de estupefacientes los controles no han sido suficientes, las modalidades de desvío de sustancias químicas en su mayoría están mediadas por el contrabando y la producción clandestina.
Según el Viceministro de Política Criminal, Juan Francisco Espinoza, el gobierno piensa implementar controles para la comercialización de estas sustancias, “entre las que están medidas disruptivas para afrontar el mercado ilegal”.
Sin embargo, esta estrategia podría no tener el alcance requerido, pues los productos para la fabricación de cocaína, generalmente, hacen parte del mercado legal.
“No es nada nuevo, históricamente Colombia ha venido afrontando su lucha adoptando tácticas similares. En este caso atacando el cultivo y la producción. Hay que entrar a ver si se trata de insumos para el cultivo o insumos para la producción. El cemento sirve para lo segundo.”, asegura Erich Saumeth, analista e Investigador Colombiano en temas y asuntos de Defensa.
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Según el experto “gran parte de esos insumos se contrabandean desde otros países, porque así se evita el control y se consigue muchas veces a precios más económicos. Alrededor del cultivo de coca hay una serie de economías ilícitas, entre ellas el contrabando de insumos y tráfico de armas”.
Y agrega que la estrategia solo será efectiva si el gobierno “determina cuál es la demanda comercial que tienen los insumos, y cuál es la demanda irregular. También hay que establecer quiénes son las personas que comercializan esos productos en la zona y asegurar que no tengan vínculos con economías ilegales”.
Saumeth afirma que hay que identificar las áreas que sirven para el cultivo y el procesamiento de coca “principalmente en el suroccidente o nororiente del país. Eso no solo implica el aumento del pie de fuerza en la frontera sino una normatividad que efectivamente castigue el delito y al delincuente”.
A su turno, el experto en postconflicto General (r) Jairo Delgado sostiene que dentro de la cadena productiva del narcotráfico los insumos se convierten en un componente muy importante, “sobre todo porque logran mimetizarse en algunos productos de importación, y eso es lo que hay que ver. En el marco de nuestros Tratados de Libre Comercio, hay que analizar cuántos de esos insumos están entrando libremente y si están regulados”.
Según Delgado esta es una buena estrategia, que atacaría un factor que no ha sido focalizado con contundencia, “igual que el factor financiero, que son los dos factores críticos a atacar para luchar con efectividad contra el narcotráfico”.
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Así mismo, sostiene que los países productores de insumos tendrían que firmar compromisos para que los insumos no transiten libremente “por eso el control en puertos y fronteras es fundamental. Obviamente hay que aumentar la capacidad en esas zonas para evitar que las fronteras se conviertan en corredores de estos insumos”.
Sin embargo, el problema de la producción sigue latente. El gobierno Nacional ha implementado estrategias como la regularización de la dosis mínima que en palabras del viceministro ha sido efectiva limpiando los parques de jíbaros y consumidores.
