El reciente nombramiento de Armando Benedetti como asesor del presidente Gustavo Petro ha causado revuelo dentro y fuera del Pacto Histórico, partido que acompaña al mandatario colombiano.
A pesar de la polémica que ha suscitado este cargo, Benedetti asumirá un rol clave en la Casa de Nariño, un puesto que no solo lo coloca nuevamente en el epicentro de la política colombiana, sino que también le asegura un sueldo atractivo, aunque significativamente inferior al que percibía como embajador de Colombia ante la FAO.
La remuneración de Benedetti como asesor presidencial
Según el Decreto 300 de 2024, Armando Benedetti recibirá un salario base de 14.182.665 pesos colombianos mensuales por su trabajo como asesor del presidente Petro. Este salario es uno de los más altos entre los cargos de asesoría dentro del Gobierno, pero lo más notable es que representa una considerable disminución en comparación con su salario anterior como embajador en Roma.
Como embajador ante la FAO, Benedetti percibía un sueldo aproximado de 80 millones de pesos mensuales, lo que representa una diferencia notable con su nueva compensación. A pesar de la reducción salarial, la nueva posición le garantiza beneficios adicionales, como una prima técnica y una bonificación por dirección, que elevan su salario final a alrededor de 21 millones de pesos al mes, una cifra que sigue siendo significativa, aunque considerablemente inferior a lo que ganaba en el ámbito diplomático.
La controversia política que rodea su nombramiento
El regreso de Benedetti a la política nacional ha generado opiniones divididas dentro del Pacto Histórico. Algunos miembros del partido han expresado su desacuerdo con su nombramiento, preocupados por el impacto que podría tener en la imagen y los principios del progresismo en Colombia.
Alexandra Vásquez, representante a la Cámara por Cundinamarca, ha sido una de las voces más críticas, manifestando que la designación de Benedetti representa un retroceso en la lucha feminista que se esperaba que fuera uno de los pilares fundamentales de la agenda del Gobierno. Su postura se suma a las preocupaciones de María José Pizarro, senadora del Pacto Histórico, quien subraya la necesidad de reflexionar sobre la elección de figuras cuya trayectoria podría ser vista como contraria a los ideales del progresismo.
La reacción de Benedetti y el futuro del Pacto Histórico
En medio de la polémica, Benedetti ha defendido su nombramiento en varias entrevistas, mostrando firmeza ante las críticas. En una reciente aparición en el programa 'La luciérnaga', respondió a un periodista que cuestionaba su designación con una contundente frase: "Deja la rabia". Esta actitud confrontacional, que no es nueva en su carrera, subraya su disposición para afrontar los desafíos que su nuevo puesto traerá consigo.
Por su parte, figuras públicas como Margarita Rosa de Francisco han expresado su sorpresa y pesar por el nombramiento de Benedetti, indicando que la decisión no solo es polémica, sino que también refleja ciertos desencuentros dentro de los sectores progresistas que apoyan a Petro.
¿Qué implica su nuevo rol como asesor presidencial?
El rol de Armando Benedetti como asesor presidencial no es solo un retorno a la política, sino una oportunidad para consolidar su influencia dentro del entorno político nacional. Este cargo le permitirá trabajar de cerca con el presidente Gustavo Petro, lo que podría tener un impacto significativo en las decisiones que se tomen en los próximos años de gobierno. A pesar de las críticas, Benedetti tiene la oportunidad de demostrar su capacidad para influir en las políticas del Ejecutivo, en especial en momentos en que el gobierno se enfrenta a desafíos tanto internos como externos.
El nombramiento de Armando Benedetti como asesor presidencial ha desatado una ola de controversias en Colombia, tanto por su salario como por las implicaciones políticas que conlleva. Aunque su nueva compensación es notablemente menor a la que percibía como embajador, Benedetti se mantiene como una figura clave dentro del equipo de Gustavo Petro. A medida que avance en su rol, las decisiones y movimientos de Benedetti serán observados de cerca por aquellos que apoyan y critican al gobierno, lo que determinará si su regreso a la política será un paso positivo o un tropiezo para el progresismo colombiano.