La campaña a la Presidencia y al Congreso avanza entre curiosas estrategias que utilizan los aspirantes a puestos de elección popular. Los videos en TikTok, retos y vallas con mensajes polémicos se volvieron el pan de cada día y, entre esos anzuelos para llamar la atención de los votantes, apareció una forma de acercarse a los ciudadanos; Tinder, la popular aplicación de citas para adultos.
El representante Gabriel Santos, el 'rebelde' del Centro Democrático, aterrizó en la plataforma para atraer hombres y mujeres que estén interesados en conocer "una derecha diferente", puesto que, desde hace unos años, se ha posicionado como el congresista más distinto de la bancada uribista.
Según expresó, la idea es tener citas con quienes quieran oír lo que tiene para proponer. En ese sentido, Santos pide que los usuarios de la aplicación le den like para de esta forma entablar conversaciones mediante las cuales pueda presentar sus propuestas de cara a las elecciones del próximo 13 de marzo.
Pese a que aún no ha concertado citas, ya está acumulando matches, que en términos más sencillos es cuando una persona le da like al perfil de una persona que le parece atractiva y luego esa persona le da like a su perfil. Cuando esto ocurre se abre la opción de hablar por un chat privado.
Pero Tinder no es la única apuesta del representante Santos, hace unos días, muy al estilo de la candidata presidencial Ingrid Betancourt, invitó a tomar cerveza a quienes quisieran hablar de política con él. Su estrategia fue un éxito, según se puede observar en fotos publicadas en sus redes sociales, acudió una importante cantidad de personas. A diferencia de la líder de Verde Oxígeno, él si pagó la 'pola' que se tomaron las personas que lo acompañaron.
"Perdónenme la calidad de la foto, la maquinaria no funcionó bien", dijo Santos en clara referencia a los recientes pronunciamientos de Betancourt sobre las alianzas por las que salió de la Coalición Centro Esperanza.
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En diálogo previo con Kienyke.com, Santos explicó el porqué sigue en el Centro Democrático, un partido con el que suele discutir en diferentes propuestas y el cual ha ayudado a hundir sus proyectos, como fue el caso de la reducción de las vacaciones del Congreso, que estuvo "engavetado" en el despacho de la presidenta de la Cámara de Representantes, Jennifer Arias.
"Creo que hay una población muy grande que se siente representada en unas ideas liberales desde el punto de vista económico, en la poca intromisión en los aspectos morales de la vida de los ciudadanos, pero que se sienten identificados con tesis de Estado austero, de generarle confianza a las personas que invierten en el país, de tener un diálogo popular franco y sincero. Entonces uno tiene que dar las luchas desde adentro para que la gente de alguna forma logre identificarse o no con lo que debe ser el partido. Esa es una puja que se debe hacer pública para que la gente sepa que esperar y que no esperar de los partidos. Si gana esa línea confesional más rígida, en la que nadie puede pensar de una manera autónoma, será el fin de mi participación en el partido, pero yo sigo confiando en seguir dando esta lucha desde adentro", declaró.
