Entre el lujo, la comodidad y la seguridad. Esos han sido los factores más importantes para definir los carros que han usado en la historia los presidentes de Colombia. A veces no se evalúan condiciones de austeridad sino la distinción y la tranquilidad de que estarán exentos de accidentes o ataques. ¿Cuáles han sido las flotas terrestres, y sus historias, en el Palacio de Nariño?
Foto: Archivo Ricardo Motta Vargas
El primer carro presidencial
Poco antes de finalizar su gobierno, el general Rafael Reyes quiso hacer una obra que revolucionara el pensamiento de los habitantes de Bogotá, Cundinamarca y Boyacá. El abogado e investigador Ricardo Motta Vargas reconstruye un relato en el que se cuenta que Reyes mandó a hacer una carretera amplia entre la capital y Sogamoso (Boyacá) que bautizó la Central del Norte. Cuando estuvo lista, mandó traer un carro Renault de Francia y contrató un chofer que supiera conducirlo. El 17 de enero de 1909 a las seis de la mañana se subió en el carruaje motorizado, acompañado de su entonces ministro de obras públicas, Nemesio Camacho, su yerno Carlos de Valenzuela, su hija Nina de Valenzuela y su hijo Pedro Ignacio.
Ante lo novedoso de la peripecia el general emitió un decreto para que ese domingo no transitaran carrosas ni bestias cargadas, que las personas que desearan ver pasar la máquina lo hiciera retirados de la carretera, que no se permitiera a perros salir de la casa cuando pasara el vehículo y que las viviendas que estuvieran a la orilla del camino ondearan una bandera para evitar accidentes. Por telégrafo se notificó esta noticia en Chocontá y Tunja para que la carretera fuera despejada.
Cumplidas las disposiciones de seguridad, el general Reyes y su comitiva partieron. Hacia el medio día pasaron por el Puente de Boyacá y los habitantes les levantaron un arco en homenaje al nuevo carro presidencial, el primero que veían en sus vidas. A las tres de la tarde estaban en Tunja y fueron recibidos por el obispo Maldonado Calvo y el gobernador Aristides Rodríguez. Dos horas más tarde llegaron a Duitama donde tuvieron un pequeño accidente, que asustó al ministro de Obras Públicas. El funcionario dijo que culminaba su tour y regresaba a caballo a Bogotá bajo el pretexto de tener asuntos pendientes. A las seis de la tarde llegaron finalmente a Sogamoso, donde el presidente pernoctó durante una semana. El 24 de enero regresaron por la misma vía a Bogotá.
En todas las paradas de viaje hubo una fiesta. Mucha gente creyó que el carro era un ser vivo y no se atrevían a tocarlo. Otros salían corriendo despavoridos cuando el vehículo pitaba.
Reyes promulgaba su obra como un nuevo elemento para recuperar el orgullo nacional, frágil como consecuencia de la guerra de los Mil Días.
Este carro fue Importado por Ernesto Duperly, quien en 1905 había traído el primer carro a Colombia: un Cadillac.
El austero carro de los 30
A los presidentes Miguel Abadía Méndez y Enrique Olaya Herrera les tocó un Ford Town Car 1928. Era un modelo cómodo, ágil pero sin lujos especiales. Originalmente disponía de una cilindrada de 3.285 cm³ con 4 cilindros y una potencia de 40 caballos de fuerza.
Los desfiles en el Cadillac de Eduardo Santos
El tío abuelo del actual presidente Juan Manuel Santos decidió en 1941 adquirir un Cadillac Phaeton para los desfiles presidenciales. Se trataba de un convertible. El motor era de 5.7L, hasta 150 caballos de potencia que no eran del todo aprovechados, debido a que se usaban en caravanas populares. Como dato curioso, importar el vehículo le trajo a Eduardo Santos varios problemas debido a que le habían puesto equipos especiales que excedían el presupuesto de entonces.
El carro que presenció el Bogotazo
A Mariano Ospina Pérez le tocó, bajo su presidencial, el fatídico 9 de abril de 1948 cuando se produjo el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán. Marco Tulio Álvarez, quien fue chofer de Ospina Pérez, contó a El Tiempo que ese día transportaba al presidente junto con Laureano Gómez, entonces su ministro de Exteriores, y regresaban de una feria agropecuaria que se realizaba en Engativá. Cuando llegaron al centro capitalino se encontraron con el caos y el carro fue atacado con piedras y palos por una multitud. Por fortuna alcanzaron a entrar a palacio. La verdadera resistente la ofreció un Packard Model 19th Series 160 – 1905, de 7 puestos que no llevaba mucho tiempo de uso.
La primera limusina presidencial
El general Gustavo Rojas Pinilla (presidente 1953-1957) se dio el lujo de traer a Colombia la primera limusina presidencial tras apartar una de los 841 vehículos imperiales que General Motors ensambló en 1955. Pinilla no quería solamente tener un carro de lujo; pretendía conseguir un carro capaz de protegerlo ante cualquier atentado. Para asegurarse de que su nuevo coche fuera resistente a un ataque, encomendó la tarea de conseguirlo al coronel Rengifo, el jefe de la guardia militar de Presidencia. Él le consiguió un Cadillac Sedan FleetWood.
Según el Museo Nacional del Transporte, el Cadillac que adquirió Pinilla costó entonces unos 6.500 dólares. Pero debido a los ‘gallitos’ que adicionó, fue necesario agregar otros 20 mil dólares.
Su peso era de 2.319 kilogramos, de motor V8 de 5.424 c.c., con 250 caballos de potencia y 4.500 revoluciones por minuto. Tenía un blindaje especial de un cuarto de pulgada y por seguridad las ventanas, con espesor de 3.3 centímetros, no se podían bajar. Un sistema de ventilación impedía que los ocupantes se asfixiaran.
Como detalle adicional, el general contaba dentro de su carro con dos orificios laterales para metralleta a través de los cuáles sus escoltas podrían responder en caso de una balacera, mientras huían.
Los Mercedes del Frente Nacional
En la década de los 60 Guillermo León Valencia y Carlos Lleras Restrepo utilizaron para sus desplazamientos un Mercedes-Benz 300 SL convertible tipo W186, que tras la Segunda Guerra Mundial había tomada fama pues el primer Canciller de la república Federal de Alemania, Konrad Adenauer, lo había escogido como coche oficial, al punto de terminar siendo denominado “el Adenauer”. Su ventaja era el amplio espacio del que disponía y su fácil conducción. Tenía una potencia de 115 caballos de fuerza y alcanzaba una velocidad máxima de hasta 160 km/h.
Los BMW blindados de Gaviria y las camionetas de Uribe
En tiempos recientes, las más notables importaciones de vehículos para uso presidencial las protagonizó César Gaviria Trujillo, presidente entre 1990 y 1994. El mandatario liberal que impulsó la política de la ‘apertura económica’ introdujo al país un BMW 750Li serie E-32. El vehículo tenía un blindaje especial con opciones de lujo como máquinas de comunicación telefónicas, sistema de control de tracción y opciones de motor de gasolina de seis cilindros.
Casi una década después, el entonces presidente Álvaro Uribe prefirió evitar los vehículos lujosos y migró a las grandes camionetas 4X4 con poderoso blindaje estadounidense, tipo Toyota Land Cruiser Sahara. El mayor argumento de su caravana de camionetas fue la seguridad, debido a constantes amenazas de ataques terroristas en sus desplazamientos por tierra.
El lujoso BMW de hoy por hoy
Juan Manuel Santos se moviliza en alguno de los BMW 750Li blindados que fueron donados por el gobierno de Estados Unidos para la flota de Palacio de Nariño. Se estima que cada carro puede costar al menos 500 millones de pesos debido a sus características de blindaje.
Los carros fueron sometidos a un proceso en la fábrica de BMW, en el sur de Alemania, que incluye ventanas laminadas reforzadas con placas de fibra de carbono en placas y parabrisas frontal con salida de emergencia.
El actual carro presidencial cuenta con seis velocidades, equipo de regeneración de energía ‒convierte energía cinética emitida por el vehículo en energía eléctrica‒, frenos ABS con control de estabilidad dinámica, botón de encendido Start-off, control de tracción dinámica, sistema xDrive ‒más conocido como all-wheel-drive‒ luces de Xenon y halógeno adaptables al clima, control de parqueo y cámara trasera, sistema de navegación con comandos de voz, monitor de presión de neumáticos, airbags, protección de rodillas, luces de emergencia y desconexión del alternador y la bomba de gasolina en caso de choque.
En una oportunidad, según cuenta RCN La Radio, a uno de estos BMW se le pinchó una llanta y el seguro debió pagar cerca de diez millones de pesos por su arreglo. Esta cifra tiene algo de lógica si se piensa que las medidas de seguridad de estos vehículos llegan al punto de que las llantas tienen la tecnología Run Flat, que consiste en un soporte interior para el apoyo de la banda de rodamiento y un refuerzo en los flancos para limitar la deformación del neumático.
Twitter: @david_baracaldo
En estos carros se movieron los presidentes de Colombia
Mar, 12/11/2013 - 15:01
Entre el lujo, la comodidad y la seguridad. Esos han sido los factores más importantes para definir los carros que han usado en la historia los presidentes de Colombia. A veces no se evalúan condici