Laura Sarabia se posesionó oficialmente como Canciller de Colombia, luego de que el anterior funcionario, Luis Gilberto Murillo, renunciará para dedicarse a la academia, y según algunas versiones, alistar su campaña presidencial.
Sarabia asume el cargo por medio de una posesión donde el presidente Gustavo Petro la nombró como Ministra de Relaciones Exteriores. Aunque su elección no ha dejado atrás las críticas debido a sus polémicas siendo la mano derecha del presidente.
La exdirectora del Dapre asume el puesto, teniendo estudios profesionales en Relaciones Internacionales y Estudios Políticos, cuenta con una especialización en Marketing Político y Estrategias de Campaña y una maestría en Comunicación Política.
A través de la red social X (antes Twitter), la nueva ministra aprovechó para agradecer al presidente Petro y anunciar su compromiso con el cargo “Gracias presidente Gustavo Petro, por su confianza. Asumo el honor de ser Canciller con un compromiso de fortalecer nuestra política exterior, tender puentes y proyectar a Colombia con dignidad y liderazgo”, indicó la alta funcionaria.
Además, Sarabia también aprovechó la ocasión para darle un mensaje de agradecimiento al ministro saliente, Luis Gilberto Murillo: “Agradezco el trabajo incansable del canciller Luis Gilberto Murillo, por consolidar una Cancillería que trabaje al servicio de la gente. Que no quede duda de que trabajaremos para seguir mostrando al mundo el enorme potencial de Colombia”, finalizó.
La nueva Canciller asume un cargo de mucha presión, en el cual se recargan las relaciones tensas que se han venido presentando en los últimos días con el Gobierno de Estados Unidos. Lo que representará un reto de gran importancia para su carrera política y para los intereses del país.
Por otra parte, también tendrá que hacer frente a la posible moción de censura que le presentaran por parte del partido de oposición, Centro Democrático, en cabeza de la Senadora Paloma Valencia, quien indicó en días pasados que ella debía responder por las decisiones tomadas en el Gobierno.
Sin duda este cargo representará una gran importancia para el Gobierno Petro, al que le quedan menos de dos años en el poder y deberá ajustar sus políticas internacionales para dejar bases sólidas en el país. Mientras tanto, Sarabia deberá controlar puntos clave como las deportaciones desde EE.UU.