La líder social Francia Márquez envió una carta a la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, en la cual la felicitó por su llegada a la administración de esa nación, y le solicitó ayuda para que se articulen acciones que permitan detener la oleada de la violencia en Colombia.
Márquez se presentó ante la vicepresidenta de Estados Unidos como una mujer afrocolombiana, que creció en el departamento del Cauca, una zona golpeada por el conflicto armado, el racismo estructural y "las políticas de muerte impuestas por una dirigencia política que ha gobernado dando la espalda a las comunidades más vulnerables del país".
La líder social señaló que la élite que ha manejado a Colombia ha obtenido sus ganancias producto de la muerte, la corrupción, la miseria y el miedo que ha sembrado en la sociedad colombiana, manteniendo a esa región como uno de los sectores más desiguales del país.
Además, le explicó que en la actualidad, es presidenta del Consejo Nacional de Paz Reconciliación y Convivencia, un espacio en el cual le han hecho un sinnúmero de recomendaciones al presidente Iván Duque para que proteja la vida de los lideres, lideresas sociales, ambientales y a los excombatientes de las Farc que vienen siendo asesinados sistemáticamente en Colombia.
"De igual manera, para que brinde garantías de protección colectiva para las comunidades en sus territorios y se busquen salidas negociadas al conflicto armado con el Eln, y se avance en el desmonte del paramilitarismo y todos los grupos armados que siguen colocando en riesgo la vida de los pueblos".
Afirmó que en la necesidad de garantizar la vida, los derechos humanos, la paz y la protección del medio ambiente en mi país, se atrevió a escribirle esta carta, con la esperanza que pueda ser leída, a fin de establecer un diálogo que les permita articular las acciones necesarias para cuidar la vida.
Márquez sostuvo que durante décadas Estados Unidos ha invertido en la política antidrogas de Colombia, y programas como el Plan Colombia dejaron como su resultado más visible el incremento a las violaciones de los Derechos Humanos.
"La política prohibicionista ha sido fallida, pues solo ha servido para agudizar la crisis humanitaria y el conflicto armado en el país, fundamentalmente, en los territorios de afrocolombianos, indígenas y campesinos empobrecidos. Tenemos la esperanza que en su gobierno los recursos económicos que los Estados Unidos destina a la política antidrogas en Colombia, se puedan enfocar de manera más eficaz para apoyar iniciativas productivas de buen vivir, en la sustitución voluntaria de cultivos de uso ilícito, y a apoyar a las comunidades que desde su autonomía han decidido que en sus territorios no se siembra coca, a pesar de las presiones de los grupos armados".
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La líder social le contó a Harris que ni la pandemia ha detenido la violencia en las regiones del país, por el contrario, en este tiempo han aumentado los ataques contra las poblaciones más desprotegidas de Colombia.
"El "quédate en casa" no ha sido una opción para cientos de familias que han tenido que salir huyendo del conflicto armado en sus comunidades. Como lideresa social me duele ver asesinar todos los días a lideres y lideresas que como yo alzaron la voz en contra de este este tipo de de cosas".
En su relato expuso el dolor que ha sentido al escuchar a mujeres negras dar sus testimonios sobre cómo actores armados no solo las violaron sexualmente, sino que, además las marcaron como en el tiempo de la esclavitud.
"Estoy segura de que la mayoría de las personas que votaron por usted y por el presidente Biden, lo hicieron con la esperanza de poder quitar la rodilla del cuello de los afroamericanos en su país. La violencia de la fuerza pública que es común en nuestros países debe ser erradicada con acciones determinantes que pudiéramos implementar en consideración a nuestros liderazgos".
"La política de muerte, las violencias de género mayoritariamente padecidas por las mujeres y jóvenes negros, así mismo el racismo estructural mantienen sus rodillas en nuestros cuellos. No nos dejan respirar. Nos asesinan todos los días. Estamos ante un gobierno indolente que prometió no solo hacer trizas el sueño de permitirnos vivir en paz a quienes hemos padecido las consecuencias de la guerra, sino que, además no escucha los gritos desesperados de niños como el hijo de la lideresa social María del Pilar Hurtado, asesinada frente él el pasado 21 de junio de 2019".
Finalmente, señaló que aunque sabe del apoyo de Joe Biden al proceso de paz, ante la omisión estatal en su implementación, se requiere que este sea una prioridad para el gobierno estadounidense, a fin de poder materializar los derechos colectivos de los pueblos afrocolombianos e indígenas, que han sufrido históricamente los efectos del conflicto armado.
