Una vez más el nombre de Jesús Santrich volvió a ser titular de prensa luego de que la Jurisidición Especial para la Paz determinara cobijarlo con la medida de no extradición y ordenara a la Fiscalía General de la Nación, concederle la libertad de su reclusión. A pesar de que es una de las figuras públicas más reconocidas del país, su aparición solo se ha dado en los últimos años, pero realmente ¿Quién es Jesús Santrich?
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Zeuxis Pausias Hernández Solarte es el verdadero nombre de este sujeto que ha sido más conocido con su nombre de guerra: Jesús Santrich. Este seudónimo fue escogido como homenaje a uno de sus amigos, quien era líder estudiantil de la Universidad del Atlántico, que fue asesinado en noviembre de 1990 a manos de unos detectives del Estado. Este hecho violento fue la última motivación que llevó a este revolucionario a tomar las armas e ir al monte buscando tomar el poder de la mano de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc).
En ese momento se enlistó en el frente 19, pero su trayectoria revolucionaria había empezado años antes. Durante su etapa de estudiante hizo parte de la Juventud Comunista y se convirtió en un comprometido líder estudiantil. En la Universidad del Atlántico se graduó de Licenciado en Ciencias Sociales y Educación, estudio que complementó con un posgrado en Historia.
Hernández es hijo de profesores, por lo que siempre estuvo en el mundo de la cultura. Nació en Toluviejo, Sucre, en 1967 y pasó su niñez en Pasto. Después de terminar sus estudios universitarios entró a la vida pública ejerciendo como personero de Coloso (Sucre). Sin embargo, la persecución política por la que pasaba la Unión Patriótica en ese momento no lo mantuvo por mucho tiempo en el cargo.
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Su carrera de ascenso dentro de la guerrilla fue ágil. Ingresó al Estado Mayor de las Farc encargado de coordinar las comunicaciones y la propaganda en la región norte del país y dirigió la emisora 'La voz de la resistencia’.
Su exposición mediática se hizo más fuerte luego de hacer parte del equipo negociador de la guerrilla en los diálogos de paz que se adelantaron con el Estado en la Habana y que concluyeron con la firma del Acuerdo de Paz que desmovilizó al grupo armado.
Precisamente este acuerdo es lo que lo tiene en medio de una gran polémica. El acuerdo contemplaba la creación de una justicia especial a la que se deben someter los excombatientes. A cambio de contribuir con verdad, reparar a las víctimas y comprometerse a no repetir sus crímenes, los desmovilizados guerrilleros recibieron beneficios judiciales, como el no pago de penas en centros carcelarios.
No obstante, si se comprobaba que alguno de los desmovilizados delinquía luego de la firma del acuerdo, la justicia tradicional era la encargada de juzgarlo y las penas serían las regulares.
Luego de la firma del Acuerdo, la justicia norteamericana reveló algunas pruebas que señalarían que Hernández había tenido la intención de traficar cocaína desde Colombia a Estados Unidos y lo solicitaron en extradición. El exguerrillero fue detenido mientras avanzaban las investigaciones, pero por la imposiblidad de comprobar si había incurrido en estos delitos antes o después de la firma del acuerdo, la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), tribunal encargado de esta justicia transicional, decidió no extraditarlo y ordenar que quedara libre.
