La Policía de Hong Kong disparó cápsulas de gas lacrimógeno y utilizó fuerza desmedida para dispersar a un grupo de manifestantes que desafió las advertencias de no marchar este sábado en un barrio de la ciudad.
Manifestantes vestidos de negro recorrieron el área Yuen Long a pesar de que la Policía no les había dado permiso para hacerlo.
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En dicha localidad la semana pasada un grupo de individuos atacó brutalmente a varias personas en una estación de tren.
Ante el impedimento de la Policía de marchar este sábado, los manifestantes empezaron a lanzarles objetos, a lo que la Policía respondió con el uso de gas lacrimógeno y según reportes, fuerza desmedida.
Para los manifestantes se trataba de una muestra de desafío hacia la Policía local y a individuos vestidos de blanco que el pasado 21 de julio propinaron una paliza severa a docenas de personas, entre ellas manifestantes, que regresaban de una gran concentración que aquel día había tenido lugar.
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Según la Policía, algunos de los agresores de la estación de tren de Yen Long pertenecían a bandas delictivas, mientras que otros eran aldeanos que vivían en las cercanías.
Por su parte, los manifestantes alegan que la Policía no actuó con rapidez para impedir la agresión y que incluso se confabularon con los agresores, alegaciones que la Policía rechaza.
En Hong Kong se han realizado protestas masivas en contra de la decisión de la presidente ejecutiva, Carrie Lam, de introducir una enmienda que legalizaría la extradición de sospechosos a China, Macao y Taiwán.
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En las protestas, que iniciaron a comienzos de junio, se han presentado incidentes violentos, entre ellos un ataque a la oficina del enlace chino en la región. “Cierto comportamiento de los manifestantes radicales está desafiando la autoridad del gobierno central y lo más importante del país, sus dos sistemas. Esto es inaceptable”, advirtió Wu.
Desde entonces el gobierno de Lam declaró que el proyecto de ley estaba “muerto” y pospuso su segunda lectura antes de que sea sometida a votación, pero se negó a retirarla completamente del consejo legislativo de 70 miembros.
El Ejército Popular de Liberación de China (EPL) desplegó su personal en la región autónoma, ya que la ley le permite a Hong Kong pedir al gobierno central asistencia del EPL para mantener el orden público.
Hong Kong está bajo el control administrativo especial de China desde el primero de julio de 1997, luego de que el Reino Unido se lo entregará a Pekín. China, técnicamente, controla las políticas exteriores y de defensa de la región.
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Esta es la segunda vez desde el 2014 que la región es testigo de protestas contra el gobierno, en búsqueda de políticas más democráticas.
Las manifestaciones masivas han provocado criticas de los países occidentales a China. Este martes el ministro de Relaciones Exteriores chino, Wang Yi, cuestionó los comentarios hechos por Reino Unido y Estados Unidos sobre Hong Kong afirmando que el gobierno chino “no permite en absoluto que ninguna fuerza externa interfiera o perturbe sus asuntos”.
