Mediante una carta, cinco senadores republicanos pidieron a Netflix abandonar sus planes de adaptar una trilogía de libros de ciencia ficción del autor chino, Liu Cixin, en una serie, argumentando que el escritor ha defendido el trato del Gobierno chino a los musulmanes uigures.
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Netflix planea convertir El problema de los tres cuerpos y sus dos secuelas en una serie de televisión hablada en inglés con Liu desempeñándose como productor y consultor.
Los legisladores expusieron que el Partido Comunista de China (PCC) está cometiendo atrocidades en la región autónoma de Xinjiang (Sinkiang), que es hogar de los uigures y que los crímenes “son cometidos sistemáticamente y en una escala que podría llegar al nivel del genocidio”.
“Lamentablemente, varias empresas estadounidenses continúan permitiendo activa o tácitamente la normalización de estos crímenes o la justificación de ellos. La decisión de producir una adaptación del trabajo del señor Liu puede verse como tal normalización”, indicaron los legisladores.
Entre los signatarios se encuentran los senadores Marsha Blackburn de Tennessee, Rick Scott de Florida, Kevin Cramer de Dakota del Norte, Thom Tillis de Carolina del Norte y Martha McSally de Arizona.
Los senadores enviaron la carta a Ted Sarandos Jr., codirector ejecutivo y director de contenido de Netflix.
Los legisladores destacaron específicamente una entrevista que Liu concedió a la revista The New Yorker el verano pasado, en la que dijeron que el autor chino “repitió los puntos de argumentación del PCC en los que acusan a todos los uigures de ser terroristas”.
“En todo caso, el Gobierno está ayudando a su economía y tratando de sacarlos de la pobreza (...). Si el país se relajara un poco, las consecuencias serían aterradoras”, comentó Liu.
Los legisladores también expresaron sus “grandes preocupaciones” sobre la decisión de Netflix de hacer negocios con el autor chino, diciendo: “Ante tales atrocidades en XUAR, ya no existen decisiones corporativas de complacencia, solo complicidad”, refiriéndose al acrónimo de la Región Autónoma Uigur de Xinjiang.
La política de Pekín en Xinjiang ha suscitado críticas generalizadas de grupos de derechos humanos como Amnistía Internacional y Human Rights Watch, que la acusan de condenar al ostracismo a los 12 millones de uigures en China, la mayoría de los cuales son musulmanes.
La región alberga a 10 millones de uigures. El grupo musulmán túrquico, que representa alrededor del 45% de la población de Xinjiang, ha acusado durante mucho tiempo a las autoridades chinas de discriminación cultural, religiosa y económica.
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Hasta un millón de personas, o alrededor del 7% de la población musulmana de Xinjiang, han sido encarceladas en una red en expansión de campos de “reeducación política”, según funcionarios estadounidenses y expertos de la ONU.