George Floyd tenía 46 años y vivía en la ciudad de Minneapolis (Minnesota) desde hacía varios años. El pasado 25 de mayo el oficial de policía Derek Chauvin lo arrestó y le puso la rodilla sobre el cuello durante más de 8 minutos mientras el afroamericano le repetía que no podía respirar.
Un ciudadano que se encontraba en ese lugar donde Floyd falleció a manos del uniformado lo grabó todo y por supuesto el video fue subido a las redes sociales.
En cuestión de horas las tendencias ya marcaban el caso de este hombre afro que falleció en las calles de Minneapolis. Al siguiente día empezaron a registrarse las primera protestas que, sin importar el aislamiento social que se vive por cuenta del Covid-19, fueron creciendo rápidamente.
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Tras varios días las manifestaciones estallaron en otras ciudades de Estados Unidos y algunas se tornaron violentas. En redes sociales se publicaba como ciudadanos quemaban vehículos de la Policía e incluso la estación policial de Minneapolis fue ocupada y vandalizada.
Además en la noche del 31 de mayo una fotografía de la Casa Blanca totalmente apagada y rodeada de cientos de manifestantes evidenció que la situación social en EE.UU. podría estar en crisis.
Esta ola de ciudadanos inconformes en la calle representan para el Gobierno de Donald Trump un desafío que junto a la pandemia del Covid-19 y la caída de la economía pueden ser el golpe que invalide su candidatura a la reelección presidencial.
Kienyke.com habló con Jean Carlo Mejía, director del consultorio jurídico y centro de conciliación de la Universidad Militar, y con Mauricio Jaramillo profesor de relaciones internacionales de la Universidad del Rosario, con el fin de tener un panorama claro sobre el por qué de estas súbitas protestas radicales y las consecuencias que puede ocasionar para la política nacional de ese país.
Según Mejía el contexto de estas marchas se da en plena desconfianza que existe en todo el mundo, sobre todo frente a las autoridades de ciertos países por las medidas en relación con la pandemia, además de la carrera a las elecciones presidenciales en las que el actual presidente Donald Trump buscará una reelección, que es aprovechada por el descontento y la angustia de la gente.
“Estos protestas que resultan generarse en varias ciudades no pueden ligarse únicamente con el presunto homicidio de George Floyd. Hay un insatisfacción del manejo que lidera la Policía en ciertas situaciones contra los afros pero esas protestas están lideradas por grupos de la academia y de sindicalistas”, comentó.
Asimismo Mejía comentó que en ciudades como Nueva York y Washington las marchas han sido no solo lideradas por la gente común, sino por organizaciones defensoras de derechos humanos, la academia y sindicatos. “Aprovechando la muerte de Floyd la gente no solo protesta por la xenofobia en EE.UU. sino también exigiendo los derechos civiles y políticos que ofrece la constitución”.
las marchas han sido no solo lideradas por la gente común, sino por organizaciones defensoras de DDHH , la academia y sindicatos
Frente a las consecuencias los expertos coinciden en que si bien falta tiempo para las elecciones puede que la pandemia del Covid-19, el manejo de la crisis económica y ahora estas masivas protestas puedan llegar afectar al candidato republicano y actual mandatario, pero no es muy seguro.
“No es claro que tanto le pasará factura a Trump el manejo del coronavirus. Él ha tenido un manejo nacionalista donde ataca a China. Yo creo que hay muchos estadounidenses que no creen en la ciencia y que prefieren la economía por encima de la salud”, recalcó Mauricio Jaramillo.
Además el papel de Joe Biden quien será el candidato oficial de los demócratas parece confuso. Para Jaramillo se trata de una figura que aún no ha entrado de lleno a la carrera presidencial.
Mientras que Mejía expone que el ex vicepresidente también en su pasado ha tenido declaraciones racistas que no le daría la suficiente confianza a los votantes.
Lo cierto es que en medio de este contexto político Floyd, como lo expresó el experto en derecho humanitario, fue el “florero de llorente” porque no es la primera vez que la Policía comete actos de xenofobia.
“De hecho la brutalidad policial contra los afro es histórica, pero lo que no es histórico es la forma en la que se dio, se filmó y hubo una caracterización de la personalidad de Floyd como un hombre tranquilo y querido por la gente”, comentó Mejía.
Por ahora el presidente Trump expone que la anarquía es la causante de estas protestas violentas y culpa a grupos como Antifa de los desórdenes por estos días.
La muerte de George Floyd generó indignación y rabia entre la población pero el panorama se quedaría incompleto sino se menciona que una pandemia sacude al mundo y unas elecciones electorales están por venir, ¿los ciudadanos que salen a las calles bajo qué propósito lo hacen?