Presunta negligencia de las autoridades, versiones encontradas e indignación en todo el continente, son las pocas conclusiones que deja el caso Debanhi Escobar una semana después de que el cuerpo de la joven de 18 años fuera hallado sin vida en una cisterna del Hotel Nueva Castilla en el estado de Nuevo León, México.
Para entender de manera pertinente la complejidad de este caso es importante remontarse al punto inicial de la tragedia: El día en que ocurrieron los hechos.
La noche entre el 8 y 9 de abril Escobar se encontraba en una reunión social con dos amigas en Nueva Castilla, un barrio ubicado en el municipio de Nuevo Escobedo. Después de estar un rato en el lugar, sus acompañantes decidieron irse y pidieron un servicio de taxi para que la joven volviera a su casa.
El vehículo de servicio público que estaba registrado en una aplicación móvil recogió a Debanhi sin reportar el viaje y procedió a efectuar el recorrido de manera normal. Fue entonces cuando ocurrió un altercado entre el conductor y Escobar que ocasionó que esta última decidiera descender del automotor y quedarse en una carretera cercana al lugar donde fue hallado su cuerpo.
La razón por la que Debanhi tomó la determinación de bajarse es uno de los puntos más polémicos del caso pues el taxista identificado como Juan David Cuellar afirma que durante el trayecto la joven empezó a actuar de manera extraña y, enfurecida, insistió en medio de golpes y gritos que detuviera el vehículo.
Durante esos instantes Cuellar señala que se comunicó con sus amigas para preguntarles si Escobar había consumido alguna sustancia psicoactiva o alucinógena y que las muchachas manifestaron que solo había tomado vodka durante la fiesta.
Para soportar estas afirmaciones, el conductor reveló fotografías de la conversación y un audio que envió a otro taxista en el que se escucha a la Debanhi decir “mis papás merecen la verdad, la verdad”
Por otro lado, Mario Escobar, padre de la víctima, asegura que la joven se bajó del automóvil porque Cuellar la tocó de manera indebida en los pechos. Esto lo sustenta con base en un video de seguridad en el que se ve a la mujer ocupando el asiento del copiloto
Respecto a esta grabación, Juan David Cuellar manifiesta que Escobar estaba sentada junto a él porque necesitaba cargar su teléfono celular con un cable USB que se encontraba enchufado al taxi.
Tras reportarse la desaparición de Debanhi, las autoridades del estado de Nuevo León iniciaron la búsqueda de la joven y, desde ese momento, el caso ha arrojado varios detalles que resultan extraños.
En primer lugar, días después de que las pesquisas fueran infructuosas, Mario Escobar dio a conocer que había un video que demostraba que su hija había llegado a la entrada principal de una compañía llamada Transportes Internacionales Alcosa pero la Fiscalía desestimó esta pista afirmando que la víctima jamás ingresó a esa edificación.
Además, una persona que estuvo en la reunión social del 8 de abril afirmó que le había ofrecido transporte a la víctima para que llegara segura a su casa pero las amigas de Escobar fueron insistentes en que ya habían pedido un servicio de taxi para ella.
Finalmente, la mujer fue hallada en una cisterna del motel Nueva Castilla, edificación ubicada cerca a la carretera donde el taxista la vió viva por última vez. Ante el hallazgo su padre declaró que no confiaba en la gestión de la Fiscalía General de Nuevo León pues sospechaba que el cuerpo había sido puesto en el lugar para dilatar el proceso judicial.
Lo llamativo de la afirmación de Mario Escobar es que los investigadores buscaron indicios en el lugar sin llegar a nada. De hecho, los Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey participaron de la búsqueda días antes del hallazgo sin llegar a nada.
Otro material probatorio que suma más dificultad a la investigación es un video en el que se ve a Debanhi Escobar correr hacia el motel donde la encontraron. En las imágenes se observa a la joven mirando por una de las ventanas del lugar. Las autoridades descartaron que alguien la estuviera siguiendo.
Por lo pronto, el proceso judicial continúa su curso en medio de la atención mediática y la polémica que suscita los múltiples hechos extraños que giran en torno al posible asesinato de la joven que, según la Fiscalía, murió por un trauma contundente en la cabeza.
La situación ha escalado a tal punto que movimientos feministas y la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) se han pronunciado frente al caso señalando que la violencia contra las mujeres es una problemática que debe ser gestionada de mejor forma por el estado mexicano.
“La violencia de género que viven niñas y mujeres en el país debe ser reconocida como una prioridad en la agenda nacional, ya que esta genera la expresión más detestable como lo son los feminicidios y también las desapariciones (...) el feminicidio de Debanhi Susana Escobar ha sacudido una vez más las conciencias de la nación, no por ser un caso excepcional, desgraciadamente, sino por lo reiterado que resulta ya este tipo de violencias” señaló la entidad durante una rueda de prensa.