El Tribunal Superior de Inglaterra y Gales ha rechazado este viernes juzgar la demanda civil por acoso presentada contra Juan Carlos I por su examante Corinna Zu Sayn-Wittgenstein, al considerar que la Justicia inglesa no tiene jurisdicción para hacerlo.
Tras un proceso preliminar en julio, la jueza Rowena Collins Rice ha determinado que la demanda debería haber sido presentada en el país donde está domiciliado el demandado, en una sentencia que podrá ser recurrida.
La magistrada explica en su dictamen, distribuido hoy a las partes, que no se puede hacer una excepción a esa premisa debido a que la antigua amante del rey no ha demostrado en las audiencias previas que el acoso del que acusa a Juan Carlos I ocurriera en Inglaterra.
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La jueza dice también que, incluso si tuviera jurisdicción, habría denegado la petición de la empresaria danesa de modificar su caso, el cual, precisa, ha estado lleno de inconsistencias.
Collins Rice manifiesta que la demanda de Corinna no cumplía los requisitos para las demandas por acoso que se presentan ante el Superior y afirma asimismo que la demandante no puede obligar a declarar al antiguo monarca.
"La demandante tiene un relato que desea dar sobre su historia personal y financiera con el demandado, y sobre el daño que él ha causado a su tranquilidad y a sus derechos personales, su bienestar y su vida empresarial, social y familiar. No opino sobre su versión", declara la jueza.
"Para mí la única cuestión es si la demandante puede obligar al acusado a ofrecer su versión de los hechos ante el Tribunal Superior. Mi conclusión, tal como están las cosas, es que no puede", agrega.
Corinna acusa al antiguo jefe de Estado de España de haberla acosado directamente o a través de terceras personas entre 2012 y 2020, ya sea interfiriendo supuestamente en sus comunicaciones de teléfono móvil o desprestigiándola a través de publicaciones en la prensa.
No obstante, los actos de acoso presuntamente cometidos antes del 18 de junio de 2014 -cuando el rey emérito abdicó- ya estaban fuera de litigio porque el Tribunal de Apelaciones en Inglaterra y Gales reconoció en diciembre pasado la inmunidad del exmonarca.