Tras más de dos años de pandemia, el mundo es testigo de un nuevo evento histórico. En la mañana de este jueves 24 de febrero, titulares alrededor del globo anunciaban la posibilidad de una Tercera Guerra Mundial, protagonizada en primera instancia por Rusia y Ucrania, y en medio de esta compleja disputa, aparecería un tercero en cuestión, Estados Unidos.
Sobre este día las tropas rusas sobrepasaron la frontera ucraniana desde diferentes puntos y están a solo unos kilómetros de invadir Kiev, ataques aéreos también se han evidenciando, aumentando no solo el pánico local, también internacional.
A pesar de que Rusia y Estados Unidos tienen una larga historia de diferencias, el Gobierno actual del país americano, encabezado por Joe Biden, ha preferido evitar un confrontación directa con su antiguo enemigo en la Guerra Fría.
El martes 22, el presidente estadounidense anunció lo que sería, supuestamente, la primera fase de sanciones contra Moscú:
“Estamos implementando sanciones sobre la deuda soberana de Rusia. Esto significa que cortamos al gobierno ruso de la financiación occidental”, confirmó Biden.
De esta manera, “ya no puede captar dinero en Occidente y no puede negociar su nueva deuda en nuestros mercados o en los mercados europeos”. Esto podría hacer que se aumente el costo de los productos importados para los consumidores rusos.
Otra medida es: “Estamos aplicando sanciones de bloqueo total contra dos importantes instituciones financieras rusas, VEB (el banco público de desarrollo Vneshekonombank) y su banco militar (Promsvyazbank)”.
Asimismo, hace unas horas, Biden dio a conocer nuevas sanciones que afectarían la economía y la industria rusa.
Generalmente, se pensaría que Estados Unidos sería una de las primeras naciones en preparar una ofensiva contra Rusia, pero en realidad, su comportamiento ha sido criticado e incluso ha sido tachado de débil por algunos sectores.
El senador republicano, Ben Sasse, describió las sanciones impuestas por Biden como “demasiado tarde”, teniendo en cuenta la intención de Putin de invadir el país vecino.
“Ucrania es una prueba de determinación occidental. No se trata solo de Putin. Los comunistas chinos y los yihadistas iraníes también están observando. Es un gran momento de liderazgo para Biden. Hasta ahora, está fallando”, comentó Nikki Haley, exembajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas.
Vale reiterar que el primer mandatario ya ha dejado claro que no quiere que haya un ataque directo de sus tropas contra las rusas.
Ahora, muchos ojos están puestos en Estados Unidos, para saber si hay alguna agenda especial a cumplir ante los recientes sucesos protagonizados por Rusia y Ucrania.
Rafael Piñeros, analista internacional frente al conflicto de Rusia y Ucrania, en conversación con KienyKe.com opinó si cree que Estados Unidos está actuando de manera oportunista frente al conflicto entre Rusia y Ucrania:
“No sé si la actitud sea oportunista porque Estados Unidos ha impuesto sanciones, siento que más que sumarle réditos a la administración, le puede restar, entonces no veo una actitud oportunista porque no sé qué pueda ganar Estados Unidos, Estados Unidos está tratando de evitar una confrontación a partir de utilizar la diplomacia y las sanciones, que tal vez no sean efectivas y demostraron no ser efectivas de cara a los acontecimientos del día de hoy”.
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Asimismo, Johan Avendaño, analista en políticas públicas, dio al medio su opinión sobre si sería una clase de oportunismo el que podría mostrar el Gobierno estadounidense:
“El primer escenario que vale la pena mencionar es que sabemos que este es un conflicto histórico, es decir, que lo que estamos viendo es un escenario de más de una secuencia desde la época soviética, y si bien, obviamente, no estamos en un contexto de esa Guerra Fría, pues es necesario plantearlo porque son los roles que cumplen los grandes ejes o nodos de esa herencia histórica.
Podríamos decir que eso hace parte de una transición de los grandes imperios o de los ejes de la economía del mundo, entonces Rusia está, en mi opinión, desafiando en cierta medida a occidente, reivindicando su fortaleza militar, su rol geopolítico en el mundo y también actúa después de haber consolidado algunas alianzas importantes, especialmente el rol de China, es decir, que no podemos ver este conflicto de una manera aislada, sino el rol que juega la economía del mundo, el vínculo con los chinos, que es el principal contrapeso comercial de Estados Unidos y desde ese punto de vista, Estados Unidos sí puede ser oportunista en cierta medida.
Aunque hemos visto que quizá Ucrania esperaba un respaldo más grande del presidente Biden, pero ¿por qué, en mi opinión, ha sido un poco demorado si leen todas las respuestas? No solamente de Estados Unidos, sino de los otros países, por los fracasos que ha habido en las últimas dos décadas en las últimas invasiones o enfrentamientos que hubo en Afganistán, en Iraq, en Siria, que esas intervenciones militares para intentar pacificar pues a Estados Unidos no le han salido absolutamente nada bien, entonces creo que por eso han sido un poco cautelosos, porque saben que no solamente es darle armas a Ucrania que sería imposible que Ucrania pudiera defenderse, sino que estaría afectando a todos los países de Europa.
Piñeros también dio su opinión sobre el discurso que el presidente Joe Biden ha compartido en los últimos días y si cree que podría tomarse como propagandista o proguerra:
“Yo creo que, por el contrario, Joe Biden no ha mostrado una actitud beligerante, ha movido las fichas diplomáticas, especialmente su secretario, Antony Blinken, ha estado, básicamente, los últimos quince días más en Europa que en Estados Unidos, tratando de contener una situación con todos los medios disponibles.
El hecho de movilizar tropas es una decisión conjunta entre los miembros de la OTAN a los países bálticos, a Polonia, a Bulgaria, pero no necesariamente es una posición exclusiva de Estados Unidos. Entonces no estoy muy seguro de que su discurso sea buscando una confrontación, de hecho ha tratado de evitarla por todos los medios”.
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Por otro lado, Avendaño comentó qué tan confiables pueden ser los medios de comunicación estadounidenses al momento de retratar el conflicto entre Rusia y Ucrania:
“Ciertamente esta es una guerra de ese cuarto poder en torno a los medios de comunicación, tanto europeos, norteamericanos y de la misma Rusia, entonces cada uno muestra efectivamente haciendo énfasis en que se busca un culpable, un bueno y un malo, desde ese punto de vista Occidente está haciendo énfasis en macartizar a Putin, mientras que los otros medios están mostrando que efectivamente Estados Unidos lo único que hizo a lo largo de estas últimas semanas fue ponerle más leña al conflicto en vez de haber generado unos puestos más incidentes.
Lo único que hizo fue decir que Rusia iba a reaccionar de manera violenta, que iba a atacar, mientras que por otro lado tenemos una Alemania, una Francia, un Reino Unido, que estaban intentando generar puentes, tuvieron visitas, diálogos y parece ser que los medios de este lado trataron de crear un ambiente, tanto que los medios fueron los que empezaron a anunciar antes de cualquier ataque que iba a tener lugar y tiene que ver también con el manejo de los términos, lo que plantea Putin que es algo preventivo, mientras que en Occidente ya se ataca, ya se plantea una intervención militar”.
