Este 24 de febrero se cumple un año de una de las tragedias más devastadoras que le dio la vuelta al mundo: La invasión de Rusia a a Ucrania, lo cual marcó el inicio de una guerra que ha cobrado la vida de cientos de europeos y que, hasta el día de hoy, no ha tenido fin.
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Días antes de la fecha, la población mundial estaba en una gran tensión, debido a que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, había hablado públicamente de sus deseos de invadir a Ucrania. Esto bajo el argumento de que debía defender a la población prorusa que habitaba en el país vecino y "recuperar su soberanía" en este territorio.
En horas de la madrugada se prendieron las alarmas, las tropas entraron por la región del Donbás y se escuchaban bombardeos en Kiev. Mientras tanto, el pánico hizo que cientos de ciudadanos abandonaran la ciudad y buscaran refugio en otros países, en donde fueron recibidos con comida y atención médica.
Por su parte, Putin estaba anunciando que había iniciado una "gran operación militar especial", a lo que su homólogo ucraniano respondió declarando la ley marcial y la movilización general.
La conmoción no se quedó en Europa, sino que llegó a Occidente, puesto que la primera reacción de Estados Unidos fue imponer sanciones económicas a Rusia, mediante las cuales hicieron bloqueos a los bancos y prohibieron las exportaciones de tecnologías.
En ese momento, Putin señalaba que solo iba a ser una operación rápida para liberar Ucrania y a los habitantes prorusos, pero la realidad fue completamente distinta. La resistencia ucraniana impidió la entrada de Rusia a muchas de sus regiones, como a Jakiv y Jersón, pese a que estaban en desventaja en cuanto a armamento y a la cantidad de soldados. Por esta razón el conflicto se extendió.
Así las cosas, Moscú logró tomar varios territorios ucranianos ubicados al nororiente, oriente y sur, además de Crimea que estaba anexada desde 2014.
Después de la invasión, las repercusiones de la guerra permearon a varias partes del mundo, tanto en Oriente como en Occidente, pero el continente que más afectado se vio a nivel económico fue Europa. El suministro de gas dependía en la región dependía de Gazprom, una compañía rusa, y el presidente decidió cortar la distribución, lo que generó pánico y recesión.
Después de un mes de dada iniciada la guerra, ya habían muerto más de 14 mil soldados solo de las tropas rusas y los refugiados ucranianos superaban los 3 millones de personas. Los ataques militares continuaron y llegó un punto en que los ciudadanos no podían salir de sus casas y encontrar cadáveres tendidos en las calles era el plan de cada día.
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Para este punto, Putin había cambiado el enfoque de su invasión y anunció que enviaría sus tropas solo a la región oriental del Donbás, por donde pretendía ejercer el control del país.
El 27 de marzo se realizó la primera reunión de negociaciones en Estambul, Turquía, entre las delegaciones de las dos naciones implicadas, pero ninguno de los dos dio el brazo a torcer en un principio.
Por su parte, Rusia pedía que Ucrania se declarara en estado neutral y no entrara a la OTAN. También exigió que se reconociera a Crimea como territorio ruso y que este fuese el segundo idioma en todo el país. Además, solicitó declarar a Donetsk y Lugansk como regiones independientes y, por último, retirar las tropas ucranianas. Ante esto, Ucrania pidió simplemente que se hiciera un cese al fuego y se detuvieran la invasiones.
En mayo de 2022, la a Comisión Europea anunció un plan de 200 mil millones de euros que se invertirían para lograr la independencia energética e los combustibles fósiles rusos en un plazo de cinco años. Sumado a esto, la entidad emitió un conjunto de sanciones contra el Kremlin, la cual prohibía la importación de productos derivados del petróleo ruso.
Después, en junio de ese año, debido a la defensa de Ucrania, se liberaron 20 aldeas de la región del Donbás y Moscú anunció que había recortado en un 40% el suministro de gas a Europa, lo que generó aún más pánico en la ciudadanía y la ola de migrantes seguía creciendo.
A principios de agosto se pudo ver el primer barco ucraniano partiendo del puerto de Odessa en el Mar Negro, lo que indicaría que la guerra no tendría intención de detenerse, sino que, por el contrario, se estaría implementando una estrategia de defensa.
Luego de dos meses, Moscú inició un ataque contra varias estructuras energéticas de Ucrania, cuando lanzó una bomba en el puente de Crimea. Luego de esto, los ataques no cesaron e incluso una bomba ucraniana impactó territorio polaco por accidente y, pese a que Zelenski lamentó lo ocurrido, este hecho había cobrado la vida de decenas de personas.
A finales del 2022, Kiev ejerció un contrataque para recuperar las regiones de Melitopol, situada en el óblast de Zaporizhia. A este punto, la situación parecía estar equilibrada, puesto que Putin aseguró ante la prensa rusa que deseaba restablecer los diálogos con su homólogo ucraniano, pero hasta la fecha no ha surgido un acuerdo conciso.
¿Y ahora en qué vamos?
Europa sufrió una gran afectación económica que se extendió a Occidente, puesto que los precios del petróleo y la inflación aumentaron significativamente. Por otra parte, debido a los recortes de gas, Europa tuvo que sobrellevar uno de los peores inviernos de la historia y cientos de personas perdieron la vida porque les resultó inaccesible contratar servicio de calefacción, por lo que no pudieron soportar las bajas temperaturas del continente.
El pasado martes, el presidente estadounidense, Joe Biden, visitó este lunes Kiev para reunirse con su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, y anunciar 500 millones de dólares en ayuda militar a Ucrania, en un gesto de solidaridad para marcar el aniversario de la invasión rusa que se cumple el 24 de febrero.
Los dos líderes se reunieron en el Palacio Mariinsky de Kiev y, posteriormente, comparecieron ante la prensa: "Un año después, Kiev sigue de pie. Ucrania sigue de pie y la democracia sigue de pie. Estados Unidos permanece a su lado y el mundo entero permanece a su lado", proclamó Biden, rodeado por banderas estadounidenses y ucranianas.
El mandatario recordó como hace casi un año, cuando comenzó la invasión, habló por teléfono con Zelenski y él le pidió que reuniera a los líderes del mundo para que apoyaran a Ucrania: "Me dijiste que podías escuchar explosiones de fondo, nunca olvidaré eso", afirmó.
Un año después, Biden dijo que no quería que quedara ninguna duda sobre el apoyo "inquebrantable" de Washington a Kiev y anunció un nuevo paquete de ayuda militar que incluirá municiones de artillería, obuses y misiles Javelin, un arma portátil diseñada para destruir tanques y otros vehículos pesados.
Además de esa ayuda militar, Biden adelantó que esta semana impondrá nuevas sanciones sobre Rusia con el objetivo de golpear a aquellas élites y compañías rusas que están ayudando al Kremlin a esquivar las sanciones impuestas por Estados Unidos y otros países desde el inicio de la guerra.
Al lado de Biden, Zelenski le agradeció su visita en un momento "difícil" para Ucrania y aseguró que las negociaciones de hoy colocan a Ucrania "más cerca de la victoria".
Zelenski, además, aseguró que Estados Unidos está considerando suministrar a Ucrania un tipo de misiles de largo alcance que hasta ahora no han sido enviados a Kiev.
Ucrania ya pidió este mes a Estados Unidos el suministro de misiles ATACMS, que pueden golpear objetivos a casi 300 kilómetros de distancia y que podrían llegar incluso a anexionada península de Crimea; pero Washington hasta ahora se ha negado a mandar ese armamento: "Nuestras negociaciones hoy han sido muy fructíferas", afirmó Zelenski.
Por otra parte, Vladimir Putin dio un controversial discurso en el que afirmó que Rusia logrará "paso a paso" sus objetivos en Ucrania, al tiempo que calificó de "difícil" el momento que vive el país.
"Para garantizar la seguridad de nuestro país, para eliminar la amenaza que representa el régimen neonazi que surgió en Ucrania después del golpe de 2014, se decidió realizar una operación militar especial. Paso a paso, cuidadosa y consistentemente, lograremos las tareas que afrontamos", dijo Putin en su discurso sobre el estado de la nación ante ambas cámaras del Parlamento.
Por otra parte, acusó a Occidente de querer asestar a Rusia en Ucrania una "derrota estratégica" y acabar con ella "de una vez y para siempre".
"¿Qué significa esto? ¿Qué es eso para nosotros? Significa que quieren acabar con nosotros de una vez y para siempre", dijo Putin durante el discurso sobre el estado de la nación ante ambas cámaras del Parlamento.
Putin, que no se dirigía al Parlamento desde abril de 2021, alertó de que en ese caso estaría en peligro "la propia existencia" de la Federación Rusa.
También arremetió contra las potencias occidentales por querer convertir un conflicto local en una "confrontación global" y advirtió que la derrota de Rusia en el campo de batalla "es imposible".
"Una cosa debe quedarles clara a todos: cuanto mayor sea el alcance del armamento suministrado a Ucrania, más nos veremos obligados a alejar la amenaza de nuestras fronteras", afirmó.
El líder ruso denunció que "Occidente utiliza a Ucrania como un polígono, como un ariete contra Rusia" y recordó que, incluso antes del inicio hace casi un año de la campaña militar rusa, Kiev ya negociaba con sus patrocinadores el suministro de armamento.
"La responsabilidad por el estallido del conflicto ucraniano, por la escalada, por el aumento de número de víctimas recae completamente en las élites occidentales y, por supuesto, en actual del régimen de Kiev".
Adicionalmente, anunció que los militares rusos que combaten en Ucrania tendrán vacaciones de dos semanas cada seis meses.
Con información de EFE*