La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) es una alianza política y militar creada en el año 1949 a través del Tratado del Atlántico Norte, un documento que, a grandes rasgos, plantea que los países miembros de este ente sean defendidos diplomática y bélicamente si son amenazados por un agente externo a esta coalición.
El gobierno ruso, en cabeza del presidente Vladimir Putin, siempre se mostró en desacuerdo en que los países de Europa del este como Ucrania se pudieran unir a esta alianza ya que el apoyo amistoso de la OTAN a estos territorios representaba una amenaza para el Kremlin.
De hecho, uno de los principales puntos de conversación diplomática entre los gobiernos occidentales y Rusia fue la exigencia de este último de prohibir tajantemente a Ucrania ser parte en algún momento del tratado, este hecho no fue bien recibido por los estados miembros de la organización ya que argumentaban que las condiciones fijadas por Moscú para no usar sus tropas atentaban contra la democracia y la soberanía del territorio ucraniano.
Las reservas del gobierno Ruso acerca de la expansión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte a territorios cercanos al suyo se explica por el particular interés que Moscú ha tenido sobre Ucrania por haber sido parte de la desaparecida Unión Soviética, esto se ve reflejado en las injerencias del Kremlin sobre actos separatistas que llevaron a la independencia de los territorios de Crimea, Donetsk y Lugansk.
Las sanciones económicas impuestas por el bloque de occidente por los actos del gobierno ruso no detuvieron a los líderes del Kremlin pero, si Ucrania se unía a la OTAN, los estados miembros de la organización habrían tomado cartas en el asunto invocando figuras como el artículo 5 del tratado.
Este punto de la coalición reza que si un país miembro es víctima de un ataque a su soberanía, la OTAN deberá reunirse y evaluar operaciones militares conjuntas para defender los territorios del miembro afectado ya que la seguridad en los territorios del estado depende de toda la organización.
“Las partes convienen en que un ataque armado contra una o contra varias de ellas, acaecido en Europa o en América del Norte, se considerará como un ataque dirigido contra todas ellas y, en consecuencia, acuerdan que si tal ataque se produce, cada una de ellas, en ejercicio del derecho de legítima defensa individual o colectiva, reconocido por el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas, asistirá a la Parte o Partes así atacadas, adoptando seguidamente, individualmente y de acuerdo con las otras Partes, las medidas que juzgue necesarias, incluso el empleo de la fuerza armada, para restablecer y mantener la seguridad en la región del Atlántico Norte”, se lee en el acuerdo.
Ucrania no fue adherida a los acuerdos y Rusia finalmente desplazó sus tropas en una operación militar que todos los países del bloque de occidental temían que sucediera. A pesar de esto, la OTAN dio a conocer que brindará el apoyo necesario a Ucrania para que pueda defender su soberanía y la libertad de sus habitantes.