El presidente de Estados Unidos Donald Trump dijo este 22 de septiembre ante la ONU que responsabilice a China por una serie de presuntos delitos, en particular por la propagación del nuevo coronavirus, que ha cobrado casi un millón de vidas en todo el mundo.
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Trump dijo que China engañó a la comunidad internacional al permitir que los vuelos salieran libremente del país a medida que se propagaba el virus.
"Debemos responsabilizar a la nación que desató esta plaga en el mundo: China", dijo Trump durante su discurso virtual ante la 75ª Asamblea General de la ONU.
"El Gobierno chino y la Organización Mundial de la Salud, que está prácticamente controlada por China, declararon falsamente que no había evidencia de transmisión de persona a persona. Más tarde, dijeron falsamente que las personas sin síntomas no propagarían la enfermedad. Naciones Unidas debe responsabilizar a China por sus acciones”, agregó.
Trump también acusó a China de verter desechos plásticos en el océano, pescar en exceso en las zonas marítimas de otras naciones y generar emisiones de carbono desenfrenadas.
El gobierno de China, por su parte, rechazó la acusaciones que hizo el presidente norteamericano de haber "desatado" el coronavirus en el mundo y lo acusó de generar una guerra fría con el país asiático.
El presidente Xi Jinping instó a los Estados miembros de la ONU a buscar una cooperación de beneficio mutuo y a “no caer en la trampa del choque de civilizaciones”.
Al refutar el llamado de Trump para que el país asiático rinda cuentas por la pandemia, Zhang Jun, embajador de Beijing ante la ONU, dijo: “China rechaza resueltamente las acusaciones infundadas”.
Trump reiteró ante la ONU afirmaciones ampliamente rechazadas que parecen diseñadas para ganarse a los votantes conservadores de Estados Unidos antes de las elecciones presidenciales de noviembre. El presidente calificó al COVID-19 como “el virus chino” en su discurso ante la 75a Asamblea General de la ONU, celebrada virtualmente debido a la pandemia.
En su propio discurso ante la Asamblea General de la ONU, el presidente chino, Xi Jinping, instó a los Estados miembros de la ONU a evitar la “politización” del virus: “Los humanos estamos luchando contra el COVID-19. Personas de diferentes países se han unido, demostrando coraje, determinación y compasión. El virus será derrotado. La humanidad ganará esta batalla”.
Xi agregó: “Deberíamos vernos como miembros de la misma gran familia, buscar la cooperación de beneficio mutuo y superar las disputas ideológicas y no caer en la trampa del 'choque de civilizaciones'”.
El presidente chino llamó al COVID-19 la principal “prueba de la capacidad de gobernanza de los países” y “también una prueba del sistema de gobernanza global. Debemos permanecer fieles al multilateralismo y salvaguardar el sistema internacional con la ONU en su centro”.
“China es el país en desarrollo más grande del mundo… Un país comprometido con el desarrollo pacífico, abierto, cooperativo y común. Nunca buscaremos hegemonía, expansión o una mayor esfera de influencia. No tenemos ninguna intención de librar una Guerra Fría o una guerra caliente con ningún país”, agregó Xi.
El presidente chino añadió que su país continuará "reduciendo diferencias y resolviendo disputas con otros a través del diálogo y la negociación". “No buscamos desarrollarnos solo a nosotros mismos ni participar en juegos de suma cero. No buscaremos el desarrollo a puerta cerrada”, agregó.
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Xi también anunció USD 50 millones en fondos adicionales para el Plan de Respuesta Humanitaria Global COVID-19 de la ONU.