El Gobierno del presidente Donald Trump demandó a Google Alphabet en lo que constituye el caso antimonopolio más grande contra una empresa de tecnología en más de dos décadas.
Según altos funcionarios del Departamento de Justicia de EE.UU, la demanda se presentó con el argumento de que Google participó en una conducta que busca controlar los monopolios en búsquedas y publicidad de búsquedas en internet.
El caso que fue presentado en un tribunal federal de Washington, DC, surgió después de un importante informe del Congreso, que concluye que Google y otras empresas como Amazon tienen un “un poder de monopolio” el cual ejercen sin restricciones. Ese informe alega que Amazon también ha maltratado a vendedores y que las tarifas y políticas de la tienda de aplicaciones de Apple son anticompetitivas.
La última vez que se presentó una demanda de tal auge, fue hace aproximadamente 20 años cuando el Gobierno americano acusó a Microsoft de estar en posición dominante respecto a otras compañías. Sin embargo, algunos expertos han calificado la reciente disputa contra Google, como una batalla legal aún más intensa que la que ocurrió contra Microsoft.
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“Como explica la demanda antimonopolio presentada hoy, Google ha mantenido su poder a través de prácticas excluyentes que son perjudiciales para la competitividad. Por eso, el Departamento de Justicia ha determinado que es necesaria una respuesta antimonopolio para beneficiar a los consumidores”, expresó durante una rueda de prensa el fiscal general Jeffrey A. Rosen.
La demanda iniciada en Estados Unidos, Washington, propone que la corte considere una como una de las soluciones, una posible fragmentación de la empresa, aunque no se precisa en el desarrollo de esta.
Por su parte, Kent Walker, portavoz de Google indicó que "la demanda de hoy del Departamento de Justicia es profundamente defectuosa. Las personas utilizan Google porque así lo desean, no porque se vean obligadas a hacerlo o porque no puedan encontrar alternativas".
Es de resaltar que la demanda contra Google da paso a uno de los acontecimientos más importantes que ha tomado el Gobierno de Estados Unidos, para regular el desempeño de Silicon Valley.
La demanda se presentó en un contexto en el que Estados Unidos se prepara nuevamente para las elecciones presidenciales, y se dio a conocer que las principales plataformas de redes sociales fueron manipuladas por esfuerzos de injerencia extranjera en las elecciones de 2016. Desde entonces, los altos ejecutivos de las principales plataformas tecnológicas han sido llevados repetidamente ante el Congreso y han enfrentado distintas demandas por el uso político y monopolizado de las herramientas tecnológicas.
