Pocas prendas tienen la capacidad de trascender las barreras del tiempo y la utilidad, esta es la importancia de un clásico de la moda, el vestidito negro.
La palabra moda, según el diccionario de la Real Academia Española, significa uso, modo o costumbre que está en boga durante algún tiempo en determinado país, y se sabe que su industria maneja todo lo relacionado con tendencias en vestuario, pero en realidad, es un tópico bastante subjetivo, ya que una prenda no necesita suscribirse a una temporada para ser usada, su utilidad, si así se quiere, puede ser eterna. Este es el caso de la petite robe noir, little black dress, o en español, el vestidito negro.
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Para contar su historia hay que remitirse a dos hitos que marcaron su existencia, el primero, cuando la couturière insignia de este mundo lujoso, Coco Chanel, posicionó el primer vestidito negro en los medios, esta vez se publicó el boceto de esta prenda firmada por la marca Chanel en las páginas de la biblia de la moda, Vogue, en su versión Estados Unidos para la edición de octubre de 1926.
La segunda, la novela de Truman Capote vuelta película en 1961, Breakfast at Tiffany's, escenario de la estilizada y siempre recordada Audrey Hepburn personificando al papel principal, Holly Golightly, pero más allá de la trama de la historia, sirvió para mostrar el despliegue de elegancia que esta actriz es capaz de proyectar, o así lo hizo vistiendo el little black dress, esta vez firmado por Hubert de Givenchy.
Así, poco a poco, este vestido se fue resistiendo al paso de los años, porque de hecho, es un ejemplo de evolución en la industria de la moda, partiendo de un modelo básico, se adapta a cada momento, es por eso que resulta tan curioso e importante hablar exclusivamente sobre él, tanto que se han organizado exhibiciones en torno a él, como es el caso de la exposición de 2012, organizada por el SCAD Museum de Georgia que tuvo al editor de Vogue, André Leon Talley, bajo el mismísimo nombre de Little Black Dress, reunió diferentes modelos desde la década de 1920 hasta la actualidad, con marcas como Balenciaga, Tom Ford, Prada, entre otros.
Diseñador que se respete ha tomado este clásico y lo ha vuelto suyo para ofrecer a la mujer un objeto eterno e indispensable del estilo. Miuccia Prada, al respecto, mencionó hace un tiempo “Para mí, diseñar un little black dress es tratar de expresar en un simple y banal objeto la gran complejidad de las mujeres, de la estética y del presente”.
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Se habla de la complejidad del vestidito negro debido a su gran versatilidad y relevancia que tiene en el guardarropa, siendo una prenda obligada, es traducible del día, con una chaqueta y tacones sencillos, a la noche, con joyas, medias veladas oscuras y demás accesorios que eleven lo especial que aporta el LBD.
Se puede hablar de temas sociales y políticos, porque sus atributos son dados sin importar la condición económica, raza o creencias. Si está pensando en hacer algunas compras que nutran su armario y este hace falta, es una regla el poseer uno, solamente es cuestión de dar rienda suelta a su imaginación para estilizarlo a su propia personalidad.
El poder del vestidito negro
Mar, 20/02/2018 - 04:57
Pocas prendas tienen la capacidad de trascender las barreras del tiempo y la utilidad, esta es la importancia de un clásico de la moda, el vestidito negro.
La palabra mod
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